La cerveza apaga la sed y también regenera el cuerpo

Foto: Kristýna Maková / Archivo de ČRo 7 - Radio Praga

La mayoría de las personas conoce la cerveza como una bebida refrescante que puede ser con alcohol o no. En algunos países como Chequia, la cerveza es muy popular y los ciudadanos consumen en promedio unos 160 litros de cerveza al año. Pero no todos los checos beben cerveza en forma regular y hay a quienes no les gusta. Sin embargo, lo que sí está muy de moda últimamente son los baños de cerveza.

Foto: Kristýna Maková / Archivo de ČRo 7 - Radio Praga
A través de siglos las personas estudiaban los efectos curativos de las plantas, las aguas y los alimentos. Cleopatra, la reina de Egipto, solía bañarse en leche y en los tiempos modernos las personas se hacen tratamientos en baños de chocolate o se bañan en cerveza, por ejemplo.

Los baños de cerveza eran aplicados ya en el Medioevo y se conocían sus efectos curativos. La levadura que se utiliza para la fabricación de esta bebida, así como el lúpulo eran aprovechados entonces también para tratamientos curativos.

Pronto se descubrió que al bañarse una persona en una mezcla de cerveza y aguas manantiales a lo que se añadían determinadas hierbas medicinales y todo se calentaba a una cierta temperatura, la persona se sentía como nueva.

Foto ilustrativa: CzechTourism
No obstante, tardó siglos que la costumbre de los baños de cerveza fuera recuperada y aprovechada en la balneoterapia.

Fue en la localidad de Harrachov, al norte del país, donde hace unos cinco años fue abierto el primer balneario con este tipo de tratamientos. Actualmente los hay en una decena de ciudades de Chequia, por ejemplo, en Ostrava, Rožnov pod Radhoštěm, Praga, Pilsen y también en Tábor, en Bohemia del Sur.

Según los especialistas, este tipo de tratamiento de balneoterapia ayuda a relajar el cuerpo humano. Descansa la mente y se regenera la piel y el cabello. La levadura de la cerveza enriquece la piel y el cabello con vitamina B, sacarinas y proteínas que actúan en calidad de regeneradores y suavizantes.

Los interesados deben saber no obstante, que para que los baños tengan los efectos deseados, hay que respetar algunas normas. En primer lugar, hay que preparase con anterioridad para el tratamiento, según afirma Nikola Brázdová, de los Baños de Cerveza en Tábor.

Foto ilustrativa: CzechTourism
”Los preparativos son importantes para que el cuerpo se adapte primero y sea capaz de absorber las sustancias curativas contenidas en la cerveza. A los clientes se les recomienda por tanto bañarse previamente en la piscina local o visitar la sauna, donde se mantiene una temperatura de entre 35°C y 50°C. Luego ya puede sumergirse en el baño de cerveza que tiene entre 34°C y 39°C”.

Nikola Brázdová sostuvo que las personas que lo deseen, pueden tomar cerveza además de bañarse en ella.

”Las personas se sumergen desnudas en una tina llena de cerveza y lo único que deben hacer es olvidarse de los problemas y relajarse. Y luego también pueden tomar cerveza, pero no aquella en la que se están bañando. Junto a cada tina hay una chopera de cerveza y el cliente así puede servirse solo la cerveza y tomar la cantidad que desee mientras esté en el baño”.

Después del baño se recomienda reposar unos 30 minutos acostados en paja natural, la que también está a disposición en una habitación cerca de los baños. Según afirman los especialistas, ese es el material más adecuado para que el cuerpo pueda respirar y deshacerse de los elementos nocivos a través del sudor. Asimismo, durante unas 12 horas después del baño, no se recomienda ducharse, para aprovechar cuanto más los efectos curativos de la cerveza.