Bohuslav Matěj Černohorský, pionero de la música barroca checa

Bohuslav Matěj Černohorský

En este espacio de Radio Praga, en el que les damos a conocer la música clásica y de jazz nacional, les presentamos esta vez a Bohuslav Matěj Černohorský, destacado representante de la música barroca checa.

Bohuslav Matěj Černohorský nació en 1684 en la familia de un profesor y organista de la ciudad de Nymburk que tenía 13 hijos en total. Estudió filosofía y teología en la Universidad de Praga, donde en 1702 obtuvo el título de diplomado. Un año más tarde Černohorský ingresó en la Orden Franciscana de Hermanos Menores, con lo que le fue dada la posibilidad de dedicarse con mayor ímpetu al estudio de la música.

Černohorský aceptó con orgullo ser organista en el convento de San Jacobo, en la Ciudad Vieja de Praga. En 1708 fue ordenado sacerdote y dos años después se marchó a Italia para seguir estudiando música.

Poco después de su llegada a ese país, el superior provincial de los Frailes Menores de Italia le nombró organista principal de la basílica de San Francisco, en Asís. Durante su estancia en Italia, Černohorský conquistó la fama de ser un excelente músico. Llegó a enseñar incluso el arte del contrapunto en música al destacado compositor italiano Giuseppe Tartini.

Gracias a su maestría interpretativa en órgano, Černohorský se desempeñó también algún tiempo en el templo de San Antonio, en Padua, entonces uno de los centros musicales más importantes del norte de Italia. Černohorský aprovechó las experiencias adquiridas en Italia en su cantata de cámara ‘Regina Coeli’, que compuso en 1712 y que es la obra más antigua de ese compositor que se ha conservado hasta el presente.

Nymburk,  foto: Štěpánka Budková / Archivo de Radio Praga
Černohorský permaneció en Italia desde 1710 hasta 1720 y ese período fue uno de los más felices de su vida. Se dedicó a escribir música, tocar órgano y el trombón y asistía regularmente al carnaval de Venecia donde le impresionó en especial la ópera italiana. A su vez, los italianos apreciaban en Černohorský la forma de tocar el órgano y su admirable invención musical a la hora de improvisar.

En 1720 Bohuslav Matěj Černohorský regresó a Bohemia donde sus conocimientos de música y de interpretación impresionaron de tal manera a los conocedores, que le fue otorgado el título de ‘Magister musicae’ y fue nombrado director del coro en la iglesia de San Jacobo, en Praga.

En 1729 Černohorský logró publicar por medio de la imprenta su famosa composición, el motete ‘Laudetur Jesús Christus’. Fue su única obra que fue impresa.

Otra excelente composición de Bohuslav Matěj Černohorský son las ‘Letanías del Loreto’ (‘Litanie Lauretanae’).

En 1731 Bohuslav Matěj Černohorský regresó a Italia y se asentó en Padua, donde conquistó gran renombre como compositor y organista. Los italianos le apodaron ‘Padre Bohemio’. Černohorský es autor asimismo del motete ‘Precatus est Moyzes’, en el que su música logra expresar y transmitir de una manera impresionante el contenido de cada una de las partes del texto de esa pieza.

Los últimos años de su vida, Bohuslav Matěj Černohorský los pasó en Italia. Cuando en 1742 decidió regresar nuevamente a su patria, murió repentinamente durante el viaje en la ciudad austriaca de Graz.

Hasta el presente se ha conservado sólo una pequeña parte de la obra de ese compositor y organista checo, aproximadamente 14 en total debido a que la mayor parte parece haber sido destruida durante un devastador incendio en el templo de San Jacobo en Praga.

A pesar de esto, el legado musical de Černohorský es inmenso. Además de compositor y organista ayudó en la formación profesional de numerosos excelentes músicos, fue un gran conocedor de contrapunto de la música barroca y podemos decir que fue el precursor de la música nacional de la época previa al clasicismo.