El culto a Santa Orosia viaja de Jaca a Kroměříž

Santa Orosia

Como parte de los Días de la Cultura Eslava se ha inaugurado en la ciudad de Kroměříž una exposición dedicada al culto a Santa Orosia, la patrona de Jaca, que aunque murió en Aragón se trataba de una princesa de la Gran Moravia.

Santa Orosia
El festival de los Días de la Cultura Eslava inaugurado este fin de semana en la ciudad morava de Kroměříž cuenta entre sus actividades con una exposición dedicada a Santa Orosia, patrona de la ciudad española de Jaca. Curiosamente esta santa, de culto casi exclusivamente español, y la historia de Moravia, se hayan íntimamente ligadas. Santa Orosia fue una figura histórica real que nació como Dobroslava el año 864 en el reino de la Gran Moravia y que fue bautizada por San Metodio diez años después.

La historia enlaza así con las celebraciones del 1150 aniversario de la llegada a tierras checas de los evangelizadores San Cirilio y San Metodio, y por tanto con los Días de la Cultura Eslava. El organizador de la muestra, Jiří Králík, se encuentra convencido de que el personaje de Santa Orosia supone toda una revelación para el público checo.

Jiří Králík  (Foto: Archivo de la Televisión Checa)
“Consultando diversas fuentes me encontré con la leyenda de Santa Orosia, y con sorpresa descubrí que tiene mucha fuerza. Por eso me propuse hacer algo con este tema. Tengo la obsesión de mostrar algo extraordinario en los actos que organizo. Y realmente es extraordinario porque por primera vez se va a mostrar a la gente de la República Checa esta leyenda que sigue viva y conocida en Jaca, en España”.

Dobroslava, hija del príncipe Mojslav, estaba emparentada con los príncipes checos Bořivoj y Rostislav, y era tía del entonces rey de la Gran Moravia Svatopluk. Las crónicas hablan además de una muchacha de gran belleza. No es de extrañar que el arzobispo San Metodio, en su viaje a Roma del año 880, se acordase de la joven doncella al planificar la expansión de la influencia política del reino, como explica Králík.

Martirio de Santa Orosia
“Llegó una petición del rey de Navarra y Aragón al Papa, buscando una esposa para su hijo Fortuño, y justo entonces estaba en Roma San Metodio. Y este se acordó de Dobroslava, y la propuso como candidata porque era de sangre real, de la familia de los reyes de Moravia”.

El segundo hijo del rey de Navarra y Aragón, Fortuño Jiménez, se había convertido en primogénito tras la muerte de su hermano y necesitaba una esposa para continuar la dinastía. La propuesta fue aceptada y a Moravia viajó una comitiva desde Aragón para cerrar el trato y conocer a la joven. Dobroslava, que tenía a la sazón solo 16 años, pasó a llamarse Eurosia, en griego ‘buen rocío’, como adaptación internacional de su nombre eslavo, de ahí Orosia.

Después de una boda sin presencia del marido, la comitiva llevó a la ahora reina de Aragón a España, pero al cruzar los Pirineos se encontraron con que el reino estaba siendo atacado por las tropas árabes. Un comandante musulmán, Abén Lupo, interceptó a la comitiva y, según la leyenda, trató de quedarse a Orosia para sí. Al negarse ella, Lupo ordenó descuartizarla y, finalmente, cortarle la cabeza. De acuerdo con la tradición, cuando era martirizada obró el milagro de hacer brotar un manantial.

Fuente: YouTube
La veneración por la santa morava, virgen y mártir, no comenzó sin embargo hasta el siglo XI, cuando, según se cuenta, santa Orosia se apareció a un pastor para mostrarle el lugar donde sufrió martirio y donde se hallaban sus reliquias. En el lugar, situado cerca de Yebra de Basa, a los pies del monte Oturia, fue construido un santuario, al cual siguen acudiendo los fieles en romería el día de Santa Orosia, el 25 de junio.

La exposición consiste en una serie de fotografías que documentan este y otros ritos locales dedicados a la princesa checa, celebrados especialmente el Domingo de Trinidad, el día de San Juan y el mencionado día de Santa Orosia.

Fuente: YouTube
La pervivencia del culto a la santa en España contrasta sin embargo con el olvido en el que cayó en tierras checas, apunta Králík.

“Comprensiblemente la leyenda sigue viva porque la princesa realmente existió y fue asesinada, está relacionada con un milagro. Tenía motivo para convertirse en patrona de la ciudad. Y una vez que se encuentra unida a la ciudad, es garantía de que la leyenda siga viva. Lo que me molesta es que no se la recuerde aquí, en la República Checa”.

La exposición permanecerá accesible al público en la Casa de la Cultura de Kroměříž hasta el 23 de junio. La muestra comparte espacio con la exposición ‘Letra’ (‘Písmo’) del pintor Jiří Šindler, dedicada al alfabeto glagolítico, que también forma parte de los Días de la Cultura Eslava.

Autor: Carlos Ferrer
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