Los niños checos empiezan a fumar a partir de los nueve años

Foto: Kristýna Maková

Los niños checos corren peligro. Un estudio de la Universidad Carolina de Praga demuestra que el número de niños fumadores aumenta vertiginosamente en Chequia.

Foto: Kristýna Maková
En la República Checa los niños empiezan a fumar a una edad cada vez más temprana y eso pone en peligro su salud. La Universidad Carolina realizó una investigación que arrojó resultados alarmantes que indican que el 20% de los adolescentes checos fuma de manera regular.

Entre las razones más frecuentes que motivan a los adolescentes se encuentra el ejemplo de sus padres, según sostiene la experta Dagmar Dzúrová.

“Lamentablemente las cosas no funcionan de tal manera que el comportamiento de los padres sirva de advertencia. Pasa todo lo contrario, los hijos imitan a sus padres, y es así como empiezan a fumar”.

El reporte indica que el 8% de los menores fumó por primera vez con tan sólo nueve años de edad lo que pone en evidencia la magnitud del problema que afronta la sociedad checa.

Además del ejemplo que muchos niños ven en casa, donde uno o los dos padres fuman, son víctima de la presión de grupos de amigos y compañeros, así como de la influencia de terceros como la publicidad o el cine, entre otros.

A pesar de que la Comisión Europea mantiene una lucha abierta contra el tabaquismo, y pone como ejemplo que unas 700.000 personas de los estados miembros de la Unión mueren anualmente debido al tabaco, la política antitabaco de Chequia es más bien suave a nivel de Europa.

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La experta Dagmar Dzúrová recordó que el tabaquismo representa un peligro para la población adulta, y dijo que en el caso de los menores es aún peor ya que su organismo no se encuentra lo suficientemente desarrollado y los daños son muchas veces irreparables.

A menudo los padres no se enteran de que sus hijos fuman y cuando lo descubren no son capaces de resolver la situación de manera satisfactoria. En el informe de la Universidad Carolina se constata que son muy pocos los padres que buscan ayuda profesional, porque en la mayoría de los casos les da vergüenza reconocer que sus hijos menores de edad fuman.

Mientras que políticos y representantes de la industria del tabaco mantienen un duelo permanente, los médicos advierten que la lucha contra el tabaquismo se está perdiendo, porque los nuevos fumadores son niños cada vez más pequeños.

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