Cada vez más niños sufren trastornos de aprendizaje

Foto: Filip Jandourek

Dislexia, dislalia, discalculia, disgrafía, son algunos de los trastornos de aprendizaje que son detectados a cada vez más niños en Chequia. Los especialistas insisten en que no se trata de nada trágico, aunque es necesario corregirlos a tiempo, porque pueden interferir significativamente en el rendimiento de los niños en la escuela.

Foto ilustrativa: Filip Jandourek,  ČRo
El nuevo año escolar en la República Checa está por comenzar, las puertas de las escuelas se abrirán nuevamente el próximo 1 de septiembre. Para algunos alumnos el aprendizaje no representa mayor problema, para otros puede resultar un martirio.

Esto vale en especial para los escolares con algún trastorno del aprendizaje, de los que los más habituales son el relacionado con la adquisición de la lectura, con la escritura o con el cálculo. En caso de no recibir ayuda especializada, estos niños se quedan muy por detrás en el aprendizaje frente a sus compañeros de clase, como recuerda Jan Šťastný, actualmente de 25 años, quien tuvo en la escuela serios problemas de este tipo.

“La dislexia y disgrafía me fueron diagnosticadas en la primaria. Mientras que mi compañero de clase terminaba de leer por ejemplo el segundo párrafo de un manual, yo apenas estaba en el final del primero, a pesar de que me esforzaba mucho por leer más rápido”.

Foto: Griszka Niewiadomski / FreeImages
Jan estudia ahora en la Universidad, pero sigue teniendo dificultades. Los especialistas afirman que éstas podrían haber sido mucho menores si a Jan le hubiera sido concedida ayuda especializada a una temprana edad.

Últimamente aumenta en la República Checa el número de niños con trastorno de aprendizaje. Aunque los especialistas recalcan que este tipo de trastornos no tiene nada que ver con el intelecto del individuo, muchos padres no quieren reconocer que su hijo tiene algún problema que requiere tratamiento especial. Por ello también los trastornos del aprendizaje llegan a ser un serio inconveniente en las escuelas, porque son diagnosticados tarde.

Los niños con dislexia, disgrafía u otro problema requieren más tiempo de parte de los educadores, lo que no siempre es fácil de asegurar, sostiene el ministro de Educación, Marcel Chládek.

Marcel Chládek,  foto: Filip Jandourek
”Estamos conscientes de que los educadores deberían acceder a la educación de manera individual. Tratamos de aplicar esa norma, pero cuando en la clase hay una elevada cantidad de alumnos o estudiantes, el profesor difícilmente puede dedicarse a cada uno de forma individual. Le es imposible desarrollar las aptitudes de un alumno con talento específico y dedicarse al mismo tiempo a otro alumno que tiene algún trastorno de aprendizaje u otro tipo de problemas. La enseñanza checa necesitaría disponer de más recursos para poder tener un mayor número de asistentes que ayudaran a los profesores, y de psicólogos escolares”.

En una temprana diagnosis de ese tipo de trastornos deberían ayudar más los establecimientos preescolares, que cuentan con especialistas capaces de descubrir las deficiencias en el desarrollo del niño, afirma la psicóloga Václava Masáková.

Václava Masáková,  foto: Jakub Říšský
”Los niños con ese tipo de problemas no colaboran por ejemplo, cuando las maestras juegan con ellos a crear oraciones o mencionar ciertas letras. A diferencia de otros niños, los que padecen trastornos del aprendizaje no distinguen las letras con las que comienza la palabra mamá o papá por ejemplo y no entienden qué se quiere de ellos. Esa ya es una de las señales para comenzar a trabajar con el menor y prepararlo para la escuela. Otros tienen problemas para dibujar o para hacer una simple línea en un papel”.

Con el fin de mejorar la situación de los niños con trastorno del aprendizaje, el ministro Chládek adoptó una serie de medidas. Entre las de mayor importancia considera la introducción de la obligación de asistir cada niño pequeño al menos al último curso de un parvulario antes de ingresar en la escuela.