Babiš: entre el Gobierno y sus empresas ahora por los biocombustibles

Andrej Babiš, foto: archivo del Gobierno Checo

Los biocombustibles conforman una de las patas del conglomerado empresarial del ministro de Finanzas y líder del Movimiento ANO, Andrej Babiš. Una relación que, como en otras ocasiones, le está provocando diversas críticas debido al plan de subvenciones estatales a este tipo de energía que el Ejecutivo pretende aprobar ahora.

Andrej Babiš,  foto: archivo del Gobierno Checo
Las principales críticas de los opositores al ministro de Finanzas, líder del Movimiento ANO y empresario multifacético, Andrej Babiš, son precisamente ser lo último: un empresario con gran influencia en diversos sectores de la actividad económica del país. Ahora, el ministro de Finanzas se ha propuesto apoyar los biocombustibles, casualmente producidos por su grupo agroquímico Agrofert.

Los biocombustibles nunca han estado exentos de polémica. Hace unos años, ante el encarecimiento de los precios de la gasolina, la UE estableció un objetivo de un 10% en el uso de este tipo de energía para 2020 en el sector de los transportes. La colza tiñó Chequia y muchos se subieron al carro de los biocombustibles, pero esto provocó el aumento del precio de los alimentos y las críticas por la degradación del suelo y la erosión, así que los biocombustibles cayeron en desgracia mientras los países intentan cumplir el objetivo comunitario. Un ejemplo es la República Checa, cuyo sector del transporte se mueve ya con un 0,6% de esta energía.

En Bruselas reconocen que los biocombustibles de primera generación no son la mejor apuesta, pero sí los basados en la madera y en otros tipos de biomasas o los procedentes de las algas. Materias primas que no están muy desarrolladas para este uso y que necesitan incentivos económicos. Y ahí está el origen del conflicto de Babiš, que ve cómo ha de aprobar subvenciones cuyo principal beneficiado es él. Para el exministro de Finanzas y vicepresidente de TOP 09, Miroslav Kalousek, Agrofert se beneficiaría de incentivos por valor de casi 183 millones de euros.

Miroslav Kalousek,  foto: Filip Jandourek
Babiš se ha defendido diciendo que la responsabilidad principal de la elaboración de la legislación de biocombustibles checa recae en el Ministerio de Agricultura, aunque está claro que el Ministerio de Finanzas está muy involucrado en la formación de la última propuesta.

Desafortunadamente para Babiš hay otro aspecto en el conflicto de las acusaciones que se vierten contra él y su conglomerado. El Ministerio de Finanzas ejerce el control sobre una serie de empresas estatales como la empresa de distribución de combustible ČEPRO, que también tiene la responsabilidad de comprar y mezclar los biocombustibles. Agrofert, el principal proveedor de biocombustibles a ČEPRO. Junto con otra empresa, Agrofert suministra alrededor del 55% de las necesidades de biocombustibles a CEPRO.

El Ministerio de Finanzas ejerce su control desde hace unos meses para cambiar al equipo de administración de ČEPRO. Así que las voces más críticas apuntan a que lo lógico sería trasladar las competencias sobre esta empresa al Ministerio de Industria y Comercio, algo a lo que Babiš no está dispuesto.

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