Concejales de Brno expresan su pesar por la expulsión de los alemanes
Una declaración de pesar por la expulsión de los ciudadanos alemanes de Brno después de la Segunda Guerra Mundial fue aprobada por los concejales del Ayuntamiento de esa ciudad morava. Ese gesto de reconciliación provocó no obstante un amplio debate en el escenario político nacional, generando numerosas críticas.
El Alcalde de Brno, Petr Vokřál, insiste en que la aprobación de la declaración es un paso correcto, más cuando 2015 fue declarado como el Año de la Reconciliación.
”Estoy muy contento de que la ciudad de Brno fuera valiente y por primera vez en la historia, por medio de una declaración manifestara su pesar por los excesos ocurridos durante la expulsión de los ciudadanos alemanes de su territorio. Considero este documento como el inicio de un nuevo acercamiento de los habitantes de este país con los ciudadanos que fueron expulsados”.El texto de la declaración será leído en público el 30 de mayo, al final de una Peregrinación de Reconciliación, cuyo trayecto será contrario al de la Marcha de la Muerte de hace 70 años, y conducirá desde el pueblo de Pohořelice a Brno. En la actividad participarán muchos testigos directos de aquellos acontecimientos, representantes oficiales checos, y diplomáticos de Austria y Alemania. La Peregrinación culminará en el área del monasterio augustiniano, en Brno.
Aunque Brno no se haya disculpado oficialmente hasta el presente por la expulsión de sus habitantes alemanes, la declaración es concebida como un gesto de reconciliación. No obstante, el documento tiene también a muchos adversarios, entre ellos a Michal Hašek, gobernador de la región de Moravia del Sur, quien criticó que no se mencionen en él las barbaries cometidas por los nazis en territorio checo durante la Segunda Guerra Mundial.”El texto de la Alcaldía de Brno contiene tres frases que mencionan a las víctimas checas. El resto es una descripción lastimosa de la expulsión de los ciudadanos alemanes de la ciudad. Reconozco que fue un acto de violencia y que hubo injusticias lamentables. Pero me molesta que el documento no mencione a los combatientes de la resistencia checa enviados a campos de concentración o ejecutados en la residencia estudiantil de Kounic. Los nazis vendían entradas por tres marcos a las ejecuciones, como si fuera un espectáculo de teatro. La declaración describe detalladamente las crueldades durante la expulsión de los alemanes después de la guerra, pero no hay ni una sola palabra sobre lo que ocurría durante la guerra a checos, judíos y gitanos”.
La mayoría de los habitantes de Chequia coinciden que la expulsión fue una reacción natural y justa a las crueldades cometidas por los nazis contra los habitantes del Protectorado de Bohemia y Moravia. A la vez no obstante, condenan la violencia que acompañó la expulsión.El 30 de mayo de 1945 a las 10 de la noche, unos 25.000 habitantes de Brno de nacionalidad alemana, en su mayoría mujeres, ancianos y niños, fueron obligados a abandonar la ciudad y marchar a pie a Austria. Durante el camino les vigilaban miembros de grupos revolucionarios con armas de fuego en las manos. Los alemanes no tenían agua ni comida y no les dejaban descansar. Al día siguiente llegaron al pueblo de Pohořelice, a unos 30 kilómetros de Brno. A los que ya no podían más, los encerraron en un campamento creado para ese fin, otros 10.000 alemanes continuaron en dirección a Austria. Los historiadores calculan que durante esa Marcha de la Muerte y en el campamento de Pohořelice fallecieron unas 1.700 personas, víctimas del agotamiento y las epidemias, aunque la cifra concreta de los fallecidos se desconoce.