Los niños expulsados, un cómic sobre el tabú del destierro de millones de alemanes

Los niños expulsados (Odsunuté děti)

A las librerías españolas llegó hace poco un cómic con las historias reales de cinco niños alemanes expulsados con sus familias de Checoslovaquia después de la Segunda Guerra Mundial. El autor del guion de Los niños expulsados, el escritor Marek Toman, contó a Radio Praga Internacional por qué es importante recordar su dramática historia.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

Los niños expulsados son también los niños olvidados. Los alemanes expulsados de Checoslovaquia y despojados de todos sus bienes de un día para otro, fueron un tema tabú durante décadas en la Checoslovaquia comunista y solo últimamente se ha empezado a tratar poco a poco. Casas, granjas, empresas y fábricas pasaron de repente a manos ajenas o incluso quedaron abandonadas, y los que tanto esfuerzo habían hecho por construir todo ese patrimonio durante generaciones, fueron forzados a emprender un tortuoso camino al exilio prácticamente con lo puesto. Así pagaron tres millones de alemanes de los Sudetes la culpa colectiva por los crímenes del nazismo y la derrota de Alemania en la guerra. Pero también, cómo no, el colaboracionismo de buena parte de aquella numerosa comunidad.

“Ese día terminó mi niñez”, contaría más de setenta años después Annelies Hennig, una niña nacida en Liberec, al investigador Jan Blažek de la organización no gubernamental de memoria histórica Post Bellum, empeñado en recabar información de primera mano de aquel controvertido momento histórico para Chequia antes de que desaparecieran los últimos testigos directos, aquellos niños, hoy ancianos, que nunca se recuperaron del drama de su expulsión.

Marek Toman | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

Más de setenta entrevistas fueron realizadas y grabadas en vídeo para el monumental archivo de Memoria de la Nación y, después, surgió la idea de hacer un cómic con algunas de ellas. Fue entonces cuando Jan Blažek contactó al escritor Marek Toman, que justo pasaba despreocupado con su bicicleta por la plaza Venceslao de Praga en su camino a casa de vuelta del trabajo, planteándosele de repente un descomunal dilema, recuerda Toman.

“Pensé que la historia de los alemanes de los Sudetes era similar a la historia de los judíos”

“Me llamó para pedirme si puedo escribir el guion para un cómic sobre los niños expulsados, sobre los alemanes expulsados. Eso ocurre en la plaza Venceslao, que es un centro muy simbólico para todos los checos, donde estaban todas las manifestaciones contra el comunismo, etc. Fue un momento de verdad increíble porque comencé a pensar sobre la historia de mi familia, sobre mis parientes judíos, sobre el inicio de la ocupación alemana de los países checos”.

Por la cabeza de Toman, que en su obra literaria a menudo profundiza en cuestiones históricas checas del siglo XX, empezaron a pasar las páginas de los diarios de sus parientes hablando de los suicidios de otros parientes, del miedo atroz que sufrieron ante la llegada de los ocupantes alemanes en 1939. No encontraba la forma de conectar con el proyecto.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

“A mí amigo le dije que podía ser, pero le pregunté si tenía alguna historia sobre antifascistas alemanes entre los testimonios. No la tenía. ¿Y alguna de judíos? Tampoco… Así que necesité reflexionar un poco la situación. Pregunté a mi pareja, pregunté a mis hijos y todos me dijeron que había que tener en cuenta la violencia del año 45 y que todo era horrible, que tenía que hacerlo”.

Así que eran simplemente alemanes de los Sudetes sin más. La historia no suele hablar mucho de ellos después de su expulsión, que habitualmente, se justifica de forma casi automática. Marek Toman pronto pudo entender bien aquel drama.

“Puedo decir que mi empatía era un poco limitada al principio, pero después de escuchar los testimonios, las grabaciones, pensé que la historia de los alemanes de los Sudetes era similar a la historia de los judíos, y por eso, al final fue fácil escribir los guiones. Además, los niños no son responsables por los adultos”.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

El silencio extraño que dejaron los alemanes

Con un ilustrador o ilustradora checo distinto para cada relato, en las páginas de Los niños expulsados, conocemos, además de la historia de Annelies Henig, la de Franz Gruss, nacido en Ostrava, que siempre justifica sin ningún tipo de rencor todo lo que sufrió con su familia con los crímenes que antes cometieron los nazis en nombre de los alemanes como él.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

O a Rosemarie Kraus, descendiente de la familia del mismísimo compositor Antonín Dvořák, con quien compartían ese famoso apellido checo, lo que no les salvó de la expulsión como tampoco el estar completamente integrados en la comunidad checa de su pueblo. O la de Emil Baierl, alemán de un pueblo fronterizo de Šumava, que durante cuatro décadas contempló desde su nuevo hogar a escasos kilómetros al otro lado del Telón de Acero, en Alemania, cómo desaparecía su casa, la aldea en la que creció, o la iglesia, entre la vegetación del parque natural. O la historia de Kurt Kempe, que fue testigo tan directo de la matanza de cientos de alemanes en Postoloprty, que solo su amistad con un joven checo le salvó de ser él también fusilado a los 13 años. Este relato, titulado ¡Huele como el demonio!, fue galardonado con un premio Muriel al mejor relato breve en cómic del año 2022 en Chequia.

Marek Toman dice que ahora siente a todas estas personas no como sus familiares, pero sí algo parecido. El escritor reconoce la enorme labor que hizo el historiador Jan Blažek, especialmente ganándose la confianza de estos ancianos para que dejaran su testimonio.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) en checo | Fuente: Post Bellum

“Él fue capaz de buscar los alemanes, a los niños del pasado, en Alemania, y eso es muy importante, porque tuvo que convencerlos para hablar con alguien de la República Checa y esto no lo habría logrado cualquiera, porque tienen mucho dolor, muchas emociones difíciles, y él fue capaz de hacer las grabaciones con ellos”.

Los lugares que aparecen en la novela gráfica, pueblos y ciudades a menudo muy prósperos antes de la expulsión o con una historia centenaria, son sitios bien conocidos para Marek, pero en su estado actual.

“Viajo mucho a las regiones donde vivían los alemanes de los Sudetes y es muy evidente el silencio, porque hay pueblos que no existen más, que existen solo en los mapas, que desaparecieron. Puedes sentir ese silencio extraño y entonces necesitas preguntarte si fue justa la expulsión y cómo sucedió todo. Y por eso para mí era interesante trabajar en el proyecto”.

“Creo que en España la gente puede ver que hay muchas similitudes con la historia del exilio republicano después de la Guerra Civil. Creo que existe algo muy similar, muy emocional”.

La expulsión de los alemanes de los Sudetes es una desconexión de la historia checa, dice Marek Toman. Aunque a menudo en Chequia se suele justificar la expulsión como la única solución posible tras una experiencia tan dura como la Segunda Guerra Mundial, Toman cree que habría sido mejor evitarla.

“No pienso que fuera justa. Pienso que seguramente eso fue la respuesta a la guerra y a todo el horror, a la expulsión de los judíos y de los checos. Pero no se puede actuar de la misma manera que el enemigo y la gente agresiva y manipulada por los nazis”.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Fuente: Post Bellum

“Podemos imaginar de nuevo la expulsión de rusos de Ucrania, de ucranianos de Rusia…”

Más de 70 años después, la invasión rusa de Ucrania es a menudo comparada con la ocupación nazi de Checoslovaquia, así como la región de los Sudetes con el Dombás, lo que hace que el cómic Los niños expulsados sea tristemente actual. Son muchos los paralelismos, dice Marek.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Foto: Daniel Ordóñez,  Radio Prague International

“Hay muchas similitudes. Muchos ucranianos no pueden vivir en su país, en su región, necesitan vivir en el exilio. Además tenemos un país agresor que actúa muy agresivamente contra otro país. Algo similar es también la propaganda, muy agresiva. Y la expulsión. Podemos fácilmente imaginar que se puede repetir una expulsión de los rusos de Ucrania, de los ucranianos de Rusia… Es posible que en 50 años haya voluntarios grabando testimonios de nuestro tiempo, tener los mismos sentimientos que nosotros ahora y preguntarse si es posible que todo se repita de nuevo”.

Tampoco son ajenas para España las historias de los exiliados, dice Marek, que cuenta con varias obras dedicadas a la Guerra Civil Española.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) | Fuente: Post Bellum

“Es un problema general y creo que en España la gente puede ver que hay muchas similitudes con la historia del exilio republicano después de la Guerra Civil. El exilio era masivo y creo que existe algo muy similar, muy emocional y que hay gente que piensa sobre el pasado de la misma manera”.

La novela gráfica Los niños expulsados fue publicada en España por la editorial Jot Down y presentada durante la última Feria del Libro de Madrid.

Los niños expulsados  (Odsunuté děti) en checo | Fuente: Post Bellum
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