Frame Prague, una ventana en Chequia a los fanzines y el cómic alternativo mundial
El festival de cómic Frame reunió en Praga lo mejor de la escena alternativa e independiente no solo checa, sino también europea. La autora española María Medem presentó la traducción al checo de su obra Cénit acompañada del crítico Gerardo Vilches, que compartió su visión del certamen checo para Radio Praga Internacional.
En el otoño praguense hay dos citas ineludibles con la ilustración y el cómic. La primera en llegar es el festival Lustr y la segunda, ya con temperaturas más invernales, es el Frame, que este fin de semana celebró una nueva edición en la que se destacó la escena del cómic en España. Pero si en festivales como El Mundo del Libro (Svět Knihy) o el propio Lustr se presentaron grandes obras de autores de gran trayectoria y reconocimiento como Antonio Altarriba, Frame tiene su mirada puesta en el cómic más alternativo, como contó a Radio Praga Internacional el experto Gerardo Vilches, doctor en Historia Contemporánea y crítico de cómics a quien se puede leer en medios como Rockdeluxe, La Vanguardia, La quimera o elDiario.es.
“El objetivo era mostrar un poco parte de la diversidad que hay ahora mismo en la escena del cómic español más experimental, podemos decir, lo que en inglés se denomina ‘small press’, un mercado pequeño con tiradas pequeñas en la que hay muchísima gente haciendo fanzines, hay editoriales haciendo pequeñas tiradas. Es un mundo muy emocionante, muy excitante, muy experimental, muy innovador y muy rupturista”.
Porque ese cómic es la seña de identidad de Frame, prosigue Vilches.
“Es un festival que está muy orientado a ese tipo de cómic. Cuando empezamos a hablar de mi participación, me hicieron saber que ese era el cómic que a ellos les interesaba, un cómic más independiente, alternativo. La verdad es que las etiquetas son muchas y ninguna acaba de definirlo bien. Echando un vistazo al material que hay en el festival, tienen cosas de editoriales de países muy diferentes, todos tienen hay muchísima variedad, pero todos tienen en común esa aproximación al cómic más iconoclasta, más rompedor con la tradición”.
Y es un ámbito en el que la República Checa se está abriendo camino prácticamente de cero en los últimos años gracias, en buena parte también, a festivales como Frame, dice el crítico.
“Me parece súper interesante porque, a fin de cuentas, en una escena emergente como es la checa que todavía no es potente a nivel internacional, me imagino que es muy importante entrar en contacto con otras tanto para ver lo que se está haciendo en otros países como para que otros editores vean lo que se está haciendo aquí y de esa manera haya sinergias y una escena verdaderamente internacional. Hoy en día es lo que interesa, la manera de que esta escena sea viable y sea sostenible en el tiempo, ya que es un cómic más arriesgado que no busca la comercialidad, que no busca las grandes ventas, es precisamente expandirse internacionalmente y que la poca gente que se interesa en ellos sea cada vez más porque se puede acceder a otros mercados de otros países. Además, está creciendo de manera muy rápida, porque que una autora con una personalidad tan marcada, tan poética, como María Medem, por ejemplo, esté publicando su trabajo en la República Checa, en Francia, en Estados Unidos, en Italia… es algo bastante significativo y que hace diez años no estaba pasando”.
La primera traducción al checo de María Medem
La sevillana María Medem, junto a Toni Mascaró y a Sergi Puyol, los editores de Apa-Apa Comics, una pequeña casa editorial del centro de Barcelona, fueron los otros protagonistas españoles de esta edición de Frame junto a Gerardo Vilches.
Medem presentó la edición checa de Cénit, su primera obra y con la que ya ha conseguido éxito, premios e incluso que se hable de ella internacionalmente. Cénit, igual que la más reciente Por culpa de una flor, es una obra íntima, pausada, reflexiva y alejada de lenguajes mucho más comerciales, como contó la autora sobre su primera obra traducida al checo, que ha publicado la editorial Centrala.
“Es un cómic en el que exploro temas sobre la comunicación o el extrañamiento y que plantea cierta incomodidad. Me interesa la pausa, lo cotidiano, detenerme en los movimientos. Sí que es reflexivo. Fue mi primer cómic, un cómic que me dio muchas alegrías en España porque recibí un par de premios y se ha traducido bastante. Supongo que cada lugar lo recibe de una manera distinta y me hace bastante ilusión que esté traducido en checo, la verdad”.
De la editorial que apostó por ella, Apa-Apa Cómics, su fundador Toni Mascaró contó en Praga que ya que es un hobby que no les da a sus editores ni para ganarse la vida, se permiten publicar las obras y autores que echan de menos en sus librerías e invertir en las ediciones todo lo que necesitan de tiempo y energía. Según Gerardo Vilches, sus libros son, además, realmente reconocibles y ocupan un espacio propio en la escena española.
“Ofrecen un catálogo muy centrado en lo plástico, en lo visual. Se puede ver que tienen una línea muy clara de cómics con mucho color, con estilos de dibujo que no son estilos realistas o estilos académicos, pero al mismo tiempo casi todos sus cómics son perfectamente narrativos, o sea, no estamos hablando de experimentos muy difíciles de entender, son historias contadas de maneras innovadoras pero historias al fin y al cabo que, sobre todo, están muy bien editados. O sea, son cómics cuidados al detalle con mucho mimo, con una buena selección de papel, una muy buena impresión. Es una editorial que cuida mucho lo que hace porque publica muy pocos libros al año, cuatro lanzamientos o cinco, entonces se pueden permitir el lujo de cuidarlos cada uno de ellos de manera individual”.
“El cómic checo tiene tanta variedad que cuesta hablar de él en conjunto”
El cómic, la novela gráfica, los fanzines, viven una edad de oro, tanto en España, Chequia y, en realidad, a nivel global. El experto intentó explicar en pocas palabras a qué se debe en su opinión este fenómeno del siglo XXI.
“Yo creo que tiene que ver con muchos procesos que se han juntado a la vez. Por un lado está el boom que hubo hace 20 años o así de la novela gráfica a nivel internacional, que mostró a una generación de artistas este medio. Hay países que no tenían una gran tradición de cómic clásico, el infantil y juvenil, digamos, y que, sin embargo, han visto como han aparecido autores importantes de novela gráfica para adultos. Esto es algo que tiene que ver con esa internacionalización del formato, de esa tendencia. Y, por otro lado, esto se ha juntado con todas las nuevas tendencias de las que estamos hablando: las cosas más alternativas, más locas, más experimentales, que también son muy internacionales. ¿Por qué? Pues porque los artistas pueden enseñar su trabajo a través de redes sociales, porque hay todo un circuito de ferias como Frame y otras muchas en toda Europa e incluso en países de Latinoamérica, en Estados Unidos, etcétera, donde ese material se puede compartir”.
Así, se ha creado realmente una comunidad internacional, dice.
“Mucha gente colabora entre sí aunque vivan a millones de kilómetros de distancia porque
gracias a las redes sociales, gracias a internet, es muy fácil comunicarse. Entonces, todo eso se ha juntado en un momento especialmente creativo para el cómic y esto se está viendo en todos los países, no solo en la República Checa, sino en muchos países donde no había una gran tradición, países de pasado comunista”.
En el festival Frame, estuvieron presentes muchos de los grandes referentes europeos de esa comunidad internacional de la que hablaba Vilches. Por ejemplo, la editorial francesa Fidèle o la revista Stripburger, que desde la pequeña Eslovenia muestra en sus publicaciones lo mejor del panorama internacional. Algo parecido hace desde Letonia la editorial kuš!, que también publica la revista Š! con lo mejor del panorama alternativo internacional, aunque siempre otorgue una especial atención a los autores bálticos. En los últimos años, además, han empezado a publicar números espaciales de su revista dedicados a un solo país. Uno de los primeros ha sido la República Checa. El editor de kuš! David Schilter contó a Radio Praga Internacional su visión del cómic checo.
“La República Checa tiene una gran tradición de ilustración y muy buenos artistas, de hecho, hicimos un número checo con los artistas de aquí. Es un país tan lleno de artistas increíbles y son tan diferentes que es difícil decir hablar de lo que es el cómic checo en conjunto. Hay una gran variedad de temas y estilos que exploran. Es realmente bonito descubrir la escena checa”.
Colectivos de artistas extranjeros también acudieron a Frame precisamente para participar de esas sinergias de las que hablaba Gerardo Vilches. La italiana Anna Lumaca, del colectivo vienés Spoiled Inc, nos contó su experiencia.
“Vine para conocer un poco el ámbito editorial y de la producción de cómic y de ilustración y arte en la República Checa, para intercambiar con otros artistas y conocer mejor la comunidad europea. Es muy buen lugar para intercambiar con otras personas. Además, también hay turistas que vienen y nos compran cosas. Es muy bueno que estamos cerca de Navidad, así que la gente busca regalos también. Pero, ante todo, estoy aquí porque soy una artista a la que le interesa el cómic, le interesan la impresión, las técnicas de dibujo…”
Frame Festival se celebra hasta este mismo lunes en Divadlo X10, donde aún se pueden visitar los stands y conocer lo mejor del cómic alternativo europeo.