El Gobierno checo apuesta por el transporte fluvial
La República Checa pretende dar a sus ríos un papel de mayor importancia, convirtiendo el país en un punto estratégico para el transporte fluvial centroeuropeo. Un proyecto encabezado por el presidente Miloš Zeman y que ya ha encontrado sus primeros críticos.
Uno de los principales obstáculos para hacer navegable el río Elba es un pequeño tramo del río entre Usti nad Labem, Děčín, y la frontera alemana. Un problema que lleva 20 años sin resolverse pese a la intención de crear un canal de barcazas. A ello se le suma que durante gran parte del verano no hay suficiente agua y otras épocas el problema es el contrario, el río se inunda.
En contra del proyecto están los grupos ecologistas que argumentan que con el transporte fluvial desaparecerá el hábitat natural del río. Pero desde la dirección del proyecto sostienen que el 25% del presupuesto se dedicará a medidas medioambientales.
La aprobación podría significar que miles de millones euros de los fondos europeos podrían ser liberados, cubriendo alrededor del 80% de los costes de las obras.
Zeman es el principal patrocinador de un plan de infraestructuras enorme para unir los ríos Danubio, Elba y Oder con nuevos canales que se extenderían por unos 370 kilómetros, en su mayoría a través de Moravia del Este. Estarían conectados por un sistema 'Y' de canales. Conseguir la navegación del Elba y la conexión con Hamburgo sería la clave para conseguir este megalómano proyecto.El proyecto podría costar entre 100 y 150 millones de euros, pero el sistema de vías resultante podría ser capaz de enviar alrededor de 9,5 millones de toneladas de mercancías al año con puntos de venta finales en los mares del Norte, Báltico y Negro.