Gobierno checo aprueba la primera etapa del canal para unir el Danubio y el Mar del Norte
La idea de conectar el Danubio con el Mar del Norte ha empezado a tomar forma. El Gobierno checo dio luz verde a la primera etapa de un sistema de canales para conectar los ríos Danubio y Óder.
El Gobierno del primer ministro Andrej Babiš anunció este lunes que aprobó el inicio de la construcción de un planeado corredor acuático que busca unir los ríos Danubio-Óder-Elba.
El ministro de Industria y Comercio, Karel Havlíček, indicó vía Twitter que la construcción podría empezar en 2030. Pero a diferencia del plan original los expertos hablan de conectar solo los ríos Danubio y Óder dejando de lado el Elba, al menos por el momento.
En declaraciones a la Radio Checa, el ministro Havlíček destacó los aspectos positivos del sistema de canales fluviales.
“El canal representará una oportunidad para el transporte y un aporte económico, así como una base para el desarrollo energético, el turismo y la navegación recreativa”.
El ambicioso proyecto ha venido llamando la atención desde hace siglos. Existen documentos que indican que ya en el siglo XIV, en la época del emperador Carlos IV se estudiaba la posibilidad de construir un sistema de canales para unir los mencionados ríos.
El propio presidente checo, Miloš Zeman, ha sido uno de los grandes promotores de echar a andar la construcción del corredor acuático, y en su momento la empresa china que construyó la presa de las Tres Gargantas, la mayor del mundo, expresó interés por el proyecto.
Durante la última década, el plan ha vuelto a ganar popularidad. En 2017, los ministros responsables de la República Checa, Polonia y Eslovaquia firmaron un memorando sobre los preparativos para la construcción de la conexión de los ríos Danubio-Oder-Elba.
El ministro Havlíček indicó que, según los resultados de un nuevo estudio, el proyecto traerá beneficios a la región circundante. Por ejemplo, un acceso más fácil para la industria local que podrá llegar a los mercados europeos y mundiales. La primera etapa consistiría en mejorar la infraestructura entre la ciudad checa de Ostrava y la frontera polaca, donde el canal se conectaría al tramo polaco que va a la ciudad de Koźle.
Esto incluiría la reconstrucción de ocho puentes, dos cámaras de esclusas y la construcción de un puerto en el lado checo, con un corredor de agua de unos cinco metros de profundidad y 40 metros de ancho.
Esta primera fase del tramo se conectaría más tarde con el Danubio. El plan original para conectar también los canales con el río Elba parece haber sido abandonado por el Ministerio, al menos por ahora, ya que se considera menos viable económicamente que el proyecto de los dos ríos.
Los ambientalistas e hidrólogos afirman que el proyecto puede ocasionar graves daños en el ecosistema natural en Europa Central y tendría un impacto negativo en las áreas terrestres y acuáticas circundantes.
Martin Rulík de la Universidad Palacký, dijo a la Radio Checa que el canal podría topar con grandes dificultades, porque en los ríos como, por ejemplo, el Óder, ha disminuido la corriente debido al aumento de las temperaturas y el canal aumentaría el riesgo de que se seque.