Cocina tradicional checa envuelta en diseño mediterráneo
El hotel catalán Unic de Praga ha reinaugurado su restaurante con una clara apuesta por la comida tradicional checa pero combinada con la cocina internacional en un establecimiento con un marcado diseño mediterráneo.
El diseño del hotel es obra de la arquitecta española Meritxell Cuartero y de la diseñadora de interiores Daniela Baeza, quienes han sabido plasmar en este establecimiento de origen catalán ese influjo mediterráneo tan característico de la cadena hotelera. Un diseño que se combina a la perfección con el trabajo de la diseñadora checa Lucie Koldová, ganadora en 2013 del Premio Grand Diseño en la República Checa, encargada de crear la elegante iluminación del hotel.
“Hemos puesto algo de España y de Cataluña en el diseño del hotel”, explica el propietario del hotel Francesc Devant, quien se ha puesto en la piel de sus clientes para saber qué es lo que vienen buscando cuando visitan Praga.“Empezamos con otro concepto de restaurante, un concepto subcontratado tipo bistró francés, pero vimos que no era lo que la gente apreciaba. Si tú eres un turista y llegas a una ciudad, te gusta conocer la gastronomía de la ciudad o de la nación que visitas. Por eso remodelamos todo el concepto hacia un concepto de comida tradicional checa pero adaptada a los tiempos modernos”.
Unos platos refinados, cocinados por ese amor por la gastronomía que se nota en cada bocado y que se disfruta más al contemplar en el espacio las originales pinturas del también catalán Quim Domene, creando ese maridaje perfecto entre cocina checa y los aires mediterráneos. Una apuesta renovada que el director del hotel, Michal Václavik, expone como una gran baza.
“Nosotros tuvimos claro, al principio de que nuestro restaurante empezase a funcionar, que queríamos hacerlo diferente. Yo intento explicar a nuestros clientes empezando por el nombre del restaurante, que es Aliter, que significa ‘se un poco diferente’ que hacemos una interesante combinación de la cocina local y de la internacional. Finalmente, ofrecemos a nuestros visitantes y clientes lo que tenemos en la carta y por qué colaboramos con nuestros distribuidores locales, teniendo platos que hacen nuestra abuelas y que ellos no puden encontrar en sus países todos los días. Esas es nuestra ventaja”.Un toque especial que ha hecho a este restaurante merecedor de estar entre las recomendaciones de la guía Michelín y que espera abrir un nuevo espacio de fusión entre lo mejor de la comida tradicional checa y la cocina internacional.