Las cafeterías lideran el crecimiento de la hostelería checa
Los clientes apuestan cada vez más por los cafés, cuyas ventas aumentaron un 8%, frente a unos pubs cuyo crecimiento se estanca.
El sector de la restauración ha vivido en los últimos años tiempos convulsos marcados por la pandemia y por una inflación disparada. Ahora, si bien parecen soplar tiempos de recuperación, también se vislumbra un cambio de paradigma en la hostelería checa: los clientes prefieren cada vez más las cafeterías a los pubs.
Así, mientras que las cafeterías experimentaron un aumento promedio en las ventas del 8% el año pasado en comparación con el 2022, las de los pubs se estancaron sin registrar crecimiento alguno. Por otra parte, las ventas de los restaurantes crecieron un 5% interanual, frente al 3% de los establecimientos de comida rápida, todo esto según datos del operador de cajas registradoras Dotykačka.
"Las generaciones anteriores solían frecuentar los pubs, los jóvenes actuales, tal vez debido a la ola hípster, prefieren ir a los cafés”, afirmó el director de Dotykačka, Petr Menclík.
Según este, las cafeterías comenzaron a obtener mejores resultados que la competencia durante la pandemia de Covid, al estar sus establecimientos sujetos a un menor número de restricciones.
El creciente desarrollo en el país de esta nueva ‘cultura de cafetería’ en los últimos años se suma, además, al hecho de que tanto estas como sus propios clientes son mucho menos sensibles a los cambios de precios.
"Mientras que en el caso de la cerveza los consumidores pagan unos 2 euros por una pinta de barril, en las cafeterías se obtienen márgenes mucho mayores y además los clientes no tienen problema en pagar más de cuatro euros por un croissant y un café", señala Menclík.
Estos establecimientos, además, han sabido adaptar su oferta para captar nuevos consumidores, yendo más allá del café para adoptar un poco de cada formato. Desde opciones con alcohol como cerveza, vinos o cócteles, hasta platos dulces y salados.
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