“Me importa una salchicha que haya temporada de pepinos”
Bienvenidos a una nueva edición de 'Hable Checo con Radio Praga'. En esta ocasión les ofreceremos una nueva entrega de frases hechas que quizás les den un poco de hambre.
Es que acaba de empezar la temporada de pepinos–začala okurková sezóna-.
¿Y tú que tienes que ver con esto?–co ty s tím máš společného?-.
A ver, la temporada de pepinos es lo que en español llamáis la serpiente de verano. Es decir, la época cuando no surgen acontecimientos interesantes, los políticos y otros personajes están de vacaciones, etcétera, y uno no sabe sobre qué escribir. Supongo que la frase nació a raíz de que esta temporada surge sobre todo en verano, cuando se cosechan los pepinos.
La verdad es que los periodistas a veces tenemos un pan duro–máme tvrdý chléb-, o sea, que no lo tenemos fácil.
Además, el hecho de que no acontezcan sucesos interesantes no quiere decir que nos podamos revolcar los jamones -válet si šunky-, sino todo lo contrario.Con esta frase querías decir que no nos podemos tocar las narices, ¿verdad? Es que el checo y sus frases hechas son a veces una nuecilla dura–tvrdý oříšek-. Vamos, que son muy difícíles. Cuando empecé aprender este idioma, tenía la sensación de que era como tirar los guisantes contra la pared–házet hrách na stěnu-, es decir, esforzarme para nada. Parecía imposible aprenderlo.
Y mira, al final lograste cascar esta nuez dura–rozlousknul jsi tvrdý ořech- y lo dominas perfectamente.
Gracias. Pero no sé si creerte. Sabes que un proverbio dice que el que tiene el estómago lleno no se fía del hambriento -sytý hladovému nevěří-. Y tú todavía no has comido. Vamos a un restaurante, tú comes algo y yo tomaré una cerveza como un rábano–dám si pivo jako křen-, es decir, una que tenga buen sabor. Este momento será la guinda sobre el pastel–třešnička na dortu-.Quieres decir, que será lo mejor del día, ¿no? Pero yo todavía tengo que trabajar un poco.
A mí me importa un comino. Hay que comer–jíst se musí-, así que vamos.
En checo no se dice me importa un comino, sino que me importa una salchicha –je mi to buřt-. De todas maneras, ya sabes que las palomas asadas no vuelan a la boca–pečení holubi nelétají do pusy- y sin trabajo no hay pasteles–bez práce nejsou koláče-. Así que hay que trabajar. Y no me mires como la última patata del desván–nekoukej na mě jako poslední brambor ze sklepa-.Vale, pero por la tarde podemos ir a tomar una cerveza. Te quiero presentar a un amigo muy interesante.
Carlos, tú sabes que últimamente tengo tanto tiempo libre como azafrán–mám času jako šafránu- o sea, que lo tengo muy poco porque es muy raro.
Mira, yo no te voy a saltar en el tocino–neskočím ti na špek-. Quiero decir que no me dejaré engañar. Tú simplemente eres vergonzosa y no quieres conocer a gente nueva. Pero luego no llores encima de la leche derramada–neplakej nad rozlitým mlékem- porque te hayas quedado con el vinagre–zůstala jsi na ocet-. O sea, luego no te arrepientas porque te hayas quedado para vestir santos.Tienes razón. Es que todos los hombres que he conocido últimamente se parecían como un huevo a otro–podobali se jako vejce vejci-. Todos me untaban la miel alrededor de la boca–mazali mi med kolem pusy-, quiero decir, que me adulaban, y al final nada. Todos son iguales. Así que ahora no tengo ganas de conocer a nadie.
Tú verás. Ya le diré a otra amiga. Ella será la que lamerá la nata–slízne smetanu-, o sea, se llevará el pastel, mientras que tú rallarás la zanahoria–ostrouháš mrkev-. |Vamos, te quedarás con las manos vacías.