“El cierre de embajadas no favorece a la diplomacia económica”
Hace cinco años, la República Checa puso cerrojo a cinco misiones diplomáticas, dos de ellas en América Latina. Sin embargo, la política exterior checa mantiene la región entre sus prioridades de la diplomacia económica. El profesor Josef Opatrný se refirió a las tradicionales relaciones entre Praga y el mundo latinoamericano.
Según sostiene el director del Centro de Estudios Iberoamericanos de la Universidad Carolina, Josef Opatrný, la clausura de las misiones diplomáticas no fue precisamente un paso acertado en “una época en la que el mundo depende de cierta manera en colaboración para formar proyectos políticos que alcanzan al futuro”.
“Pienso que esto fue falta de la diplomacia checa. Cuando una embajada desaparece, esto significa un cierto símbolo de poco interés de este Gobierno, que la había cerrado”.
Opatrný subrayó que el cierre de las embajadas checas no significa una ruptura de las relaciones diplomáticas con los respectivos países, sin embargo, causa ciertas complicaciones, por ejemplo, para los inversores y empresarios interesados en entablar lazos comerciales en la región.
“Cuando una empresa tiene interés en introducir sus productos en un país, siempre es mejor que tenga apoyo de la Embajada. Naturalmente, los embajadores no firman los acuerdos entre las empresas, pero cuando el embajador o el encargado de negocios acompaña al empresario, al menos a los primeros contactos, esto siempre significa que el país tiene interés y que quiere apoyar a estos empresarios en los países respectivos”.Las largas distancias entre las sedes de las legaciones diplomáticas en Latinoamérica dificultan lógicamente los procedimientos burocráticos necesarios para establecer negocios. Por ejemplo, la legación más cercana para los interesados en emprender en Costa Rica, Panamá y otros países centroamericanas se hallaba en México. La distancia se recortó en 2013 tras la reapertura de la Embajada de la República Checa en Colombia. La bandera checa volvió a ondear en Bogotá tan solo dos años después de su clausura debido a la amplia escala de oportunidades que el país sudamericano ofrece a los inversores checos.
Los intereses comerciales ayudaron a reabrir Colombia
Desde 1922, cuando se entablaron las relaciones con Colombia, se han introducido en su mercado numerosas empresas checas, que se vieron molestas por las dificultades burocráticas que les había causado la suspensión de la misión diplomática en Bogotá.
Aún más lejos se remontan los lazos diplomáticos y económicos con Uruguay. En 2008 el Gobierno checo decidió echar el cerrojo a su misión en Montevideo. Esta decisión la justificó con la escasa importancia económica del mercado local. Josef Opatrný destaca que las relaciones entre ambos países se movían más allá de la economía y la clausura fue un error de la diplomacia checoslovaca.“Uruguay perteneció entre los países que tenían relaciones diplomáticas y lazos económicos ya antes de la independencia de Checoslovaquia. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX trabajaron allí diferentes empresas checas, o de Bohemia en ese tiempo. Durante la Segunda Guerra Mundial, Uruguay perteneció entre los países que apoyaron el Gobierno en exilio checoslovaco en Londres. Fue un apoyo muy importante”.
Por muy revueltas que estuvieran las relaciones entre los países del bloque soviético y el “mundo occidental”, Checoslovaquia nunca ha dejado de cultivar los lazos diplomáticos con Argentina, Brasil y México.
“Estos países siempre han jugado un papel importante en la diplomacia checoslovaca. Ya desde los años veinte o treinta México perteneció entre los países que tuvieron relaciones muy estrechas, durante el Gobierno de Cárdenas. En México sirvió el embajador Kybal, que siempre subrayaba la importancia de América Latina para el mundo. No solamente económico sino también cultural. México siempre representa en el mundo académico una parte muy importante de contactos de diferentes instituciones no solamente universidades sino también de academias, liceos, etcétera”.
“La política exterior checa debe ser más independiente”
Durante la Guerra Fría, la Checoslovaquia comunista mantuvo una importante relación con Cuba. Los lazos comerciales se fueron desgarrando tras la caída de la Cortina de Hierro en 1989. Tras la distensión en las relaciones diplomáticas entre EE.U.U y Cuba, que se dio en 2014, el Gobierno checo emprendió pasos para renovar relaciones comerciales con la isla. Josef Opatrný considera esta actitud un poco escandalosa.“Cuando se cambió la política de EE.UU. en lo que toca a Cuba, la política de la República Checa en Cuba inmediatamente cambió. No sé si es totalmente correcto. Pienso que la política checa debe tener más independencia en este caso”.
Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, Latinoamérica representa en la actualidad una de las prioridades de la diplomacia económica de la República Checa.