Las patrullas mixtas de policías y soldados terminan su misión
Las patrullas integradas por policías y soldados que velaban por la seguridad en las calles de las grandes ciudades checas terminaron su misión este lunes. El Gobierno decidió enviar a los soldados de vuelta a los cuarteles militares, a pesar de seguir en vigor el primer grado de alerta ante amenazas terroristas.
No obstante, el Gobierno decidió mantener el primer grado de alerta ante eventuales ataques terroristas y conservar las patrullas policiales en las calles de las grandes ciudades y en otros lugares estratégicos, según recalcó el ministro de Defensa, Martin Stropnický.
”Seguirán vigilando en especial en los aeropuertos, estaciones de ferrocarril y en otros lugares de gran concentración de la población. En esos sitios la presencia de los policías será más intensiva de lo acostumbrado en tiempos normales. Además, por si fuera necesario estará preparada una unidad de artificieros para intervenir en Praga y un helicóptero capaz de despegar en tres minutos”.
En caso de surgir una nueva amenaza latente para la seguridad del país, los soldados podrían volver nuevamente a patrullar en las calles, apuntó Stropnický.”Si el ministro del Interior llegara a la conclusión de que las medidas de seguridad adoptadas por la Policía no son suficientes, emprendería los pasos necesarios. El tema sería planteado ante el Gobierno y éste decidiría sobre una eventual nueva ayuda de las Fuerzas Armadas”.
El coste de las medidas especiales, incluidas las patrullas mixtas, se calcula en 130.000 euros mensuales, pero como destacó el ministro Stropnický, en el caso de la seguridad nacional el dinero no juega un papel decisivo, pues lo fundamental es la salud y la seguridad de la población.El ministro de Defensa también recordó que esta no ha sido la primera vez en que los militares asistieron en situaciones graves. Durante las últimas fuertes inundaciones que azotaron el país en 2013 cooperaron en los trabajos de limpieza en numerosas ciudades y poblaciones, y después de las explosiones incontroladas en un almacén de municiones en Vrbětice, en otoño de 2014, ayudaron en el saneamiento de esa área y sus alrededores.