Café Savoy, estilo Art Nouveau con pastelería exquisita
Tomar café en un ambiente de estilo Art Nouveau acompañado de un pastel delicioso o bombones hechos a mano, o pedir un refresco casero de lavándula, por ejemplo. De todo eso podrán disfrutar al acudir a Café Savoy, otro de los locales más peculiares que pueden visitar en Praga.
Pasteles, bombones y refrescos caseros
Cerca del río Moldava, por un lado, y el funicular que les llevará al mirador de Petřín, situado en la colina del mismo nombre, por otro, se encuentra otra de las emblemáticas cafeterías de Praga.
Un techo alto de estilo neorrenacentista, arrañas robustas, interiores modernistas de madera y mármol con escaparates grandes con una maravillosa vista. No hace falta agregar más.
Pero como si fuera poco, este local destaca por su pastelería y bollería, que multiplican el placer de tomar café en un sitio tan agradable.
El postre típico de este lugar lleva el mismo nombre que la cafetería, como no, según dice el manager Oldřich Bureš
“La receta del pastel Savoy la inventó nuestro cocinero en jefe cuando abrimos, en 2004. Él combinó los gustos a su parecer y el pastel se convirtió pronto en nuestro postre más vendido. En verano ofrecemos una versión estival, con helado y mazapán. Es nuestro producto más pedido, lo que nos alegra, ya que es lo mejor que sabemos hacer”.
Sobre todo en verano les vendrá bien además un refresco casero, que también forma parte de la oferta típica de este lugar.
“Tenemos el refresco de lavándula, jengibre, o de frambuesa con romero, por ejemplo. Todas las limonadas son caseras. Son sabores interesantes y los clientes suelen pedirlos. Así es la reciente tendencia. Todas las cocemos aquí, en este lugar”, matiza el manager.
Cabe agregar que en esta cafetería pueden pedir también bombones fabricados a mano o el “Strudel” de manzana, postre muy típico de Europa Central.
Dos locales diferentes: uno diurno y otro nocturno
Al igual que muchas otras cafeterías de Praga, también Savoy ofrece hoy platos combinados y menú del día.
“El menú de mediodía lo pidió la época y los clientes. Nosotros originalmente abrimos una cafetería que se convirtió con el tiempo en algo más, en un café combinado con restaurante. Además tenemos aquí una panadería y producimos pastelería propia, como hemos dicho. Los planes originales se ampliaron así bastante, pero creo que está bien”, subraya el manager.
Los clientes pueden probar, entre otras cosas, una de las especialidades locales, la glándula llamada timo, que suele acompañar una milanesa.
“Antes ofrecíamos el timo como una especialidad por separado, pero nos sorprendió que mucha gente no lo comiera, no estaba acostumbrada a comerlo. Como queríamos mantener este plato en la carta, lo agregamos a la milanesa. Ahora depende de cada uno si se lo come o no. Es una pena, pero nosotros les enseñaremos a los clientes a comerlo”, dice el manager entre risas.
La amplia oferta de comida hace de Café Savoy dos locales diferentes: uno diurno y otro nocturno.
“La cafetería se llena generalmente a las horas de desayuno y almuerzo. A la hora de cenar hay también bastantes clientes, pero el ambiente está más tranquilo. En las mesas ponemos manteles, bajamos la iluminación y el local de repente adquiere otro matiz. Los clientes de hecho llegan a un lugar diferente que por la mañana”, agrega Oldřich Bureš.
La cena la pueden acompañar con un buen vino. El lugar se distingue por una amplia oferta vinícola que hace hincapié en las bebidas provenientes de Austria y Alemania.
El mejor local, según el guía gastronómico Restu
El edificio, en el que se encuentra el Café Savoy fue construido en 1893. A lo largo del tiempo ha acogido varios establecimientos.
“Originalmente había aquí una cafetería judía que llevaba un nombre diferente al de hoy. Luego se instalaron aquí sucesivamente varios establecimientos de todo tipo, tiendas, etc.”, según indica el manager Oldřich Bureš.
Bajo el comunismo incluso un centro de propaganda tuvo su sede en el edificio, agrega el manager.
“El techo fue rebajado, en el fondo había una pared, donde hubo una sala aparte con un taller. La producción deterioró ahí el barniz azul original, así que hoy día es diferente. Luego había aquí un restaurante de pescado. La disposición del lugar era completamente diferente. Creo que ese establecimiento no cuadraba mucho con el lugar histórico, lo que ponía en evidencia el reducido número de clientes”, precisa el manager.
Café Savoy, como lo conocemos hoy, fue abierto en 2004 como parte de la cadena llamada Ambiente. Los diseñadores de este local se inspiraron en Viena y París, según notarán al mirar a su alrededor.
Cabe destacar que en 2015 el local triunfó en el concurso del guía gastronómico Restu, en el que votan los clientes de los respectivos locales.