Un ciudadano de Letná enamorado de Cádiz que aprendió a comunicarse en español
Luego de viajar por primera vez a España por el surf y para aprender un poco del idioma, el músico y desarrollador checo Miroslav Podorský vivió dos años en Madrid y seis meses en América Central. Pero a pesar de haber viajado mucho y quedarse fascinado con Cádiz, nunca pudo desprenderse de Letná, una de las zonas más bohemias de Praga a la que le compuso una canción.
En el año 2013 Miroslav Podorský viajó, por primera vez, a España por el surf y pudo conocer ciudades como Valencia y Bilbao. Al mismo tiempo, aprovechó para hacer sus primeras armas en un idioma con el que solo había tenido contacto a través de Duolingo. Luego volvió a viajar en 2017 porque su trabajo como freelance le permitía escapar del crudo invierno de Praga. Pero en ese segundo viaje decidió quedarse a vivir dos años en Madrid, tiempo durante el cual asegura que conoció buena parte de España. Y aunque le gustaron muchos sitios hubo uno que le pareció, por lejos, el mejor.
“Mi sitio favorito es Cádiz porque no es tan turística como otras partes, tiene un ritmo tranquilo, muy tranquilo y es pequeña porque es una isla y ahí tienes casi todo lo que necesitas, tanto si tienes trabajo como si vas de vacaciones”.
La posibilidad de hablar español con los hispanos
Otro lugar que le gustó mucho fue las Islas Canarias, aunque le pareció demasiado turístico, al igual que gran parte de la Costa Brava. Sin embargo, asegura que lo bueno de esa zona es que, aún en los lugares más concurridos, se puede encontrar relativamente cerca alguna playa tranquila. Míra reconoce que, a diferencia de los checos que no suelen estar acostumbrados a hablar su propio idioma con los extranjeros que intentan aprenderlo, los hispanos suelen ser muy abiertos y empáticos, en especial los latinoamericanos.
“Desde que fui a Panamá todo cambió porque ahí casi todos me entendían, ya incluso en el mismo vuelo porque en Panamá no se usan tantas palabras y no viven tan acelerados y eso me vino muy bien por el nivel que tenía en ese momento. Después fui a Costa Rica y otros lugares de Centroamérica, donde estuve poco más de medio año en total”.
Aunque regresó a República Checa con el plan de seguir explorando Latinoamérica, la pandemia del Covid lo obligó a postergar durante un tiempo su proyecto. De todos modos asegura que, aun sin haber asistido a ningún curso regular de español en Praga, mantener el contacto con sus amigos hispanos le ayudó a no olvidar lo que había aprendido de español.
“Sí, estudié solo y de un modo pasivo porque sigo a algunos youtubers que me gustan mucho por su especial sentido del humor como es el caso, por ejemplo, de Luisito Comunica. Con eso mi español mejora un poco, pero en España tuve una profesora y en Costa Rica hice un curso intensivo que era diario y duraba dos semanas, eso me hizo mejorar mucho”.
Míra se graduó de Medios digitales en la Facultad de Artes y Diseño de Ústí nad Labem, una carrera que incluye fotografía, diseño y artes conceptuales. Según cuenta, le gustó mucho debido a que combina la tecnología con un abordaje muy humano. También empezó una maestría que tuvo que dejar inconclusa porque, desde muy joven, comenzó a interesarse también por la programación a raíz de su primer trabajo en la empresa de tecnología checa Avast.
“Y en ese tiempo había tanta diferencia entre el universo de Avast y el mundo académico que, básicamente, se me fueron las ganas de seguir estudiando, cambió mi forma de percibir lo que podía llegar a hacer”.
Aunque asegura que en ese entonces la empresa no era tan importante como hoy, ese primer trabajo como desarrollador le brindó algunas herramientas que luego terminaría utilizando en distintas aplicaciones para subtitular obras de teatro checas al inglés, español y otros idiomas. La primera versión la tuvo lista en 2019 pero explica que, luego del Covid, el desarrollo de la inteligencia artificial le permitió realizar muchas mejoras. Al mismo tiempo comenzó a trabajar como DJ en fiestas y eventos (actividad que sigue realizando pero solo unas tres veces al año), y también a desarrollar su faceta de compositor y cantante con el nombre artístico de Honim si triko.
Ciudadano de Letná
“Por la Academia de Artes, históricamente ha habido en Letná muchos artistas o profesores de arte”.
Miroslav Podorský
Uno de los temas de Míra que alcanzó cierta popularidad puede escucharse en plataformas como Spotify y Youtube y se llama simplemente Letná. Con un ritmo pegajoso y unestribillo que califica a Letná como un lugar de sueños donde hay cafés por todos lados, la canción no deja de tratar con cierto sarcasmo el proceso de gentrificación que fue experimentando esa zona.
“Por ejemplo no había tantos cafecitos nuevos, solo había bares viejos, muy viejos con miles de libros y en los que había que esperar media hora por una bebida porque el personal no quería trabajar, y eso ahora casi ya no existe, solo quedan los últimos dos lugares de ese tipo en Letná y nada más”.
Dice que esos dos últimos son Kavárna Liberál, aunque también aclara que en los últimos tiempos cambió bastante, y Ouky Douky, un sitio muy especial repleto de libros que, según cuenta, era muy importante para la cultura de la zona porque lo visitaban artistas de casi todas las disciplinas. En la actualidad, Míra dice que siempre que tiene un tiempo libre le gusta ir a tomar algo al Klub AVU ya que forma parte de la Escuela de Artes que es, tal como él mismo dice, parte esencial del distrito.
“Durante todo el tiempo que estuve en España y Centroamérica mantuve un cuarto aquí en Letná”.
Miroslav Podorský
“Como aquí está la Academia de Artes, históricamente ha habido en Letná muchos artistas o profesores de arte y si vas por las calles vas a ver muchas casas con placas indicando que en ese lugar vivió tal pintor y eso es porque aquí vivió mucha gente que tenía relación con la Academia de Artes, pero eso se ve también en otras disciplinas. Por ejemplo, en una de estas esquinas vivieron los cantautores Karel Kryl y Wabi Daněk”.
Míra es un verdadero especialista en el tema y, de hecho, está convencido de que Letná, aun con los cambios que fue experimentando a lo largo de los años, constituye su lugar en el mundo y, a la vez, el lugar del mundo en el que más tiempo lleva viviendo.
“Viví muy cerca de la Academia de Artes y ahora vivo en Letenske namesti y durante todo el tiempo que estuve en España y Centroamérica mantuve un cuarto aquí en Letná porque alquilaba junto a mis amigos y era muy barato, así que conservaba mi espacio en Praga”.
Aunque insiste en que el barrio está perdiendo un poco de su antigua impronta, afirma Míra que la faceta bohemia aún resiste gracias a algunas galerías de arte de la zona. De todos modos, asegura que lo que más le gusta en la actualidad de Letná es su excelente equilibrio entre locales y extranjeros.
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