El flamenco: testimonio musical del pasado en constante renovación
En la presente edición del Festival Internacional de Música, Primavera de Praga, celebrado en la capital checa entre el 12 de mayo y 2 de junio, el talento musical español tiene sus salas de concierto reservadas. Para representar lo más conocido del folclor musical español, el flamenco, vino la cantaora Rocío Márquez. Con ella conversamos sobre su vida en Huelva, siempre ligada a este género, y su visión de lo que es el flamenco hoy.
El sentido musical se le comenzó a desarrollar a muy temprana edad, de manera casi inconsciente, gracias al entorno en el que nació y a la presencia viva de una tradición. Ella comparte con Radio Praga algunos recuerdos sobre sus primeros pasos en el arte del canto.
"Mi madre tiene por ejemplo una grabación mía de cuando yo tenía dos años cantando fandango, que apenas sabía hablar, ni siquiera entonaba bien, pero yo ya los gestos, por ejemplo, eran muy llamativos, pues los asociaba al flamenco. Y con nueve años pues me subí por primera vez a una peña flamenca y desde entonces pues no he parado de cantar en un escenario".
Agrega que en su ciudad se reunían cada sábado en la peña flamenca de Huelva, donde a los niños de la localidad se les enseñaba a cantar fandango. Además, otros miembros de su familia como su madre, su abuelo y su prima cantaban fandangos.
El folclor en España, al menos en Andalucía, sigue según Rocío Márquez, formando parte de la cotidianidad. Se siente en las plazas, en las celebraciones y está siempre contagiándose casi de manera inconsciente. El flamenco ha sido uno de las manifestaciones artísticas españolas más conocidas y exportadas a nivel mundial, pero es una tradición de viejísima data que es inherente a la historia del pueblo andaluz, que Rocío Márquez intenta sintetizar con las siguientes palabras:
"Es una música que se fragua en Andalucía a partir de la convivencia de distintas culturas. Creo que Andalucía tiene algo especial que es que ha sabido tener vivencias pacíficas durante siglos entre culturas, entre árabes, musulmanes, judíos y cristianos, también el pueblo gitano. Y a todo esto incorporando todos los viajes que históricamente Andalucía va haciendo como pueblo, por ejemplo cuando se hace el descubrimiento de América incorporando todos esos cantes de ida y vuelta".Tal como lo explica nuestra entrevistada, el flamenco tiene un gran peso histórico que responde a la vivencia de una comunidad a lo largo de los siglos. Sin embargo, como toda expresión artística tiene la necesidad de mutarse, de avanzar y reencontrarse.
Incluso hoy en día, hay cantaores que tienen maneras muy clásicas, cuyos espectáculos son como un viaje al pasado y en el sentido más positivo. Sin embargo, Rocío Márquez se halla a sí misma en un discurso más experimental y, en ese sentido, el flamenco debe entrelazar el pasado y el presente.
"Pero como yo lo entiendo también debe de combinar esa mirada hacia atrás con una mirada hacia adelante, permitiéndose nuevos caminos, nuevas fórmulas, nuevas instrumentaciones, nuevos timbres y es cierto que, por ejemplo, en el flamenco el baile ya está mucho más incorporado y en el baile esa parte más contemporánea bueno pues ya está instalada de alguna manera, ya tiene una vía".
Agrega que en el flamenco el cante, a diferencia del aspecto corporal del baile, está en proceso de transformación, buscando espacio entre lo clásico y que algunos artistas le han hecho sus aproximaciones particulares como es el caso del granadino Enrique Morente, que ha tenido mucha aceptación.
Ella, en la búsqueda de su propia expresión musical, confiesa haber tenido el dilema de hasta qué punto podía reproducir a través de su voz la historia de su pueblo, pues es un discurso que no está vivo ya, aunque paradójicamente siga siendo llamativo y siga vendiéndose bien."Lo que sí que es cierto es que llegó un momento que me planteé hasta qué punto podía reproducir un mensaje que yo no he vivido. Yo no he vivido una guerra, yo no he pasado hambre, yo no sé qué es eso y otros que cantaron sí lo han vivido entonces lo podían cantar con mucho sentido".
Sin perder de vista en su creación la carga de la historia de Andalucía y su relación con las emociones transmitidas en el cante, Rocío dice que esos mensajes los busca en su propia historia de sufrimiento y dolor, que a su vez le permite hacerle un guiño al pasado de su pueblo andaluz.
En el espectáculo preparado para la capital checa, que tuvo lugar el pasado domingo 14 de mayo, Rocío Márquez y sus músicos, ensamblaron justamente los giros al pasado a través de la figura de Federico García Lorca con letras y poesía suya a guitarra y voz, de corte muy tradicional, a manera de tributo al pasado y al sentir del pueblo.
"A partir de ahí nos sirve Lorca para ir desarrollándonos y para ir buscando distintas combinaciones, distintos sonidos siempre con él como hilo conductor. Yo creo que la figura de Federico es un ejemplo maravilloso de cómo convive, por ejemplo, esa obra del público con otras obras muchos más populares, mucho más cercanas".
A esta parte le sigue la presentación de su último trabajo 'Otros firmamentos' que viene a representar la línea contemporánea, pero ambas partes están hiladas y es una convivencia que tiene razón de ser.
Rocío Márquez ha trasladado su talento musical a otros ámbitos además de escenarios y salas de concierto. A lo largo de su vida no ha dejado de formarse en escuelas y universidades para conocer en profundidad y más allá de la práctica la complejidad del arte que ella encarna.
Estudió musicología, especializada en flamenco, en la Universidad de Sevilla y ahora mismo se encuentra realizando su tesis doctoral. Su álbum debut fue 'Aquí y ahora' (2009), seguido por 'Claridad' (2010) y 'El niño' (2014. )