Fascinante historia de la comunidad judía de Praga
Los primeros judíos llegaron a Praga en el siglo X y ellos fueron comerciantes. Tras el incendio que arrasara en 1142 el asentamiento judío al pie del Castillo de Praga, en el barrio de Malá Strana, la vida de la comunidad hebrea se trasladó a la Ciudad Vieja de Praga donde se formó el Barrio Judío.La comunidad judía de Praga fue muy importante y prestigiosa en las pasadas centurias. Utilizaba como su símbolo la estrella de David con un sombrero en el campo central.
Lo curioso es que según Gershom Scholem, catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Praga fue precisamente el lugar donde empezó a utilizarse la antiquísima estrella de David de seis puntas como símbolo de los judíos.
¿Y el sombrero? ¿Cómo se explica su presencia en el símbolo de la comunidad judía de Praga?
Una leyenda cuenta que se trata de un sombrero sueco. Al escudo de los judíos praguenses se lo añadió el emperador Fernando III como manifestación de su agradecimiento por la ayuda que la comunidad judía había prestado a los defensores de Praga durante el asedio por las tropas suecas, en 1648, al final de la Guerra de los Treinta Años.
Con respeto nos acercamos a la Sinagoga Viejo-Nueva, en el antiguo Barro Judío de Praga. Hoy en día es la más antigua de Europa Central. La famosa sinagoga medieval de Ratisbona había desaparecido en 1519, la vetusta sinagoga románica de Worms fue aniquilada por los nazis en 1938.¿Se sabe cuándo fue construída la Sinagoga Viejo-Nueva?
No conocemos la fecha exacta, pero parece seguro que fue edificada bajo el reinado del monarca Premysl Otakar II que gobernó entre 1253 y 1278. El privilegio que este soberano, apodado de "rey de hierro y de oro", otorgó a los judíos en 1254 estipuló garantías jurídicas a las comunidades hebreas en las tierras checas.
El gueto praguense sufrió devastadores incendios, pero la Sinagoga Viejo-Nueva resistió indemne a las llamas como si la protegieran fuerzas sobrenaturales.
Una leyenda narra que la Sinagoga Viejo-Nueva es un lugar donde se entrecruzan el plano de Dios y el del hombre. Por eso la protegen los ángeles que se transforman en caso de un incendio en unas palomas blancas que con sus alas impiden que la sinagoga sea el pasto de las llamas.Hablamos de la Sinagoga Viejo- Nueva. ¿A qué se debe su peculiar nombre?
Los estudiosos opinan que originalmente se llamaba Sinagoga Nueva porque en Praga existía otra más antigua, la llamada Vieja Escuela. En las centurias posteriores se edificaron otras "nuevas" sinagogas, por ejemplo la renacentista de Maisel. Y la Sinagoga Nueva pasó a llamarse Viejo-Nueva, en yiddish "Altneu".
Esta palabra alemana podía leerse también como Al-tenaj, lo que en hebreo significa "bajo la condición". Y las leyendas cuentan que en el lugar donde iba a construirse la Sinagoga Viejo-Nueva, se hallaron viejas piedras procedentes del Templo de Jerusalén.Las habían traído de Jerusalén a Praga los ángeles bajo la condición de que serían devueltas cuando regresase Mesías y se reedificase el Templo de Jerusalén.
El severo y monumental edificio de la Sinagoga Viejo- Nueva,situado en el corazón del gueto praguense, alimentaba las leyendas. Una vez regresaban de noche a su casa dos músicos judíos que habían tocado en una alegre boda.Al acercarse a la Sinagoga Viejo-Nueva, vieron que a pesar de las altas horas de la noche, las ventanas del templo estaban iluminadas y desde su interior se oían cánticos.
Uno de los músicos, aguijoneado por la curiosidad y envalentonado por la bebida, se acercó a la sinagora para averiguar mirando por una rendija qué ocurría en su interior.
En la sinagoga estaban reunidos los difuntos y se leía la lista de las personas que iban a morir el próximo año. Horrorizado, el músico escuchó mencionar su propio nombre. Estaba condenado a una muerte inminente.
Los difuntos de la leyenda tuvieron que recorrer muy poca distancia para llegar desde el Viejo Cementerio Judío a la Sinagoga Viejo-Nueva. La verja del cementerio se encuentra en una calle lateral.
En este oasis de silencio y meditación reposan personalidades que dieron grandeza y fama al gueto judío, como el poeta Avigdor Kara. Su lápida sepulcral cuyo original se halla en la sinagoga Klausová, procede de 1439.
El rabino Avigdor Kara es autor de una desgarradora elegía que describe el sangriento pogrom que se abatió sobre el gueto praguense en 1389.
La comunidad hebrea de Praga conoció su máximo florecimiento bajo el reinado del emperador Rodolfo II, a finales del siglo 16 y principios del 17. En aquella época residió en la capital checa el rabino Löw, el mayor pensador que jamás haya tenido la comunidad judía de Praga.
El rabino Löw que reposa en el Viejo Cementerio Judío, se desempeñó en vida como rector de la escuela superior talmúdica- Jeshiva-, fundada por Mordejai Maisel, financista de Rodolfo II, juntamente con la sinagoga Klausová.
El emperador Rodolfo II recibió al rabino Löw en una audiencia, dispensándole una acogida tan calurosa como si fuesen amigos íntimos. Jamás se dio a conocer de qué conversaron. Tanto más voló la fantasía en las leyendas. Una de ellas cuenta que el rabino le mostró a Rodolfo II, en una sala sumergida en tinieblas, las figuras de los patriarcas del Antiguo Testamento que parecían como si fueran vivos. La leyenda refleja, al parecer, el asombro ante el invento de la linterna mágica.
El ramillete más rico de leyendas se refiere al ser artificial GOLEM, amasado por el rabino Löw de arcilla. Golem cobraba vida cuando se le colocaba en la boca un pergamino con una fórmula mágica, denominado shem.
Muchas fascinantes leyendas del gueto judío de Praga quedan aún por contar. Se las contaremos - si quieren - en alguna otra edición del espacio Legados del pasado- testimonios del presente.