Un escritor debe ser una persona humilde
"Es un poema en prosa. Cada línea tiene un sentido", dijo el escritor Arnost Lustig acerca del libro "Los frutos amargos del jardín de las delicias" en el que la autora Monika Zgustová relata las peripecias de la vida de una de las mayores personalidades de la literatura checa del siglo 20, Bohumil Hrabal. Con la escritora y traductora Monika Zgustová, que nació en Checoslovaquia, posteriormente vivió y estudió en EE.UU., y en la actualidad reside en Sitges, España, conversamos con motivo de la presentación de la segunda edición de "Los frutos amargos del jardín de las delicias" en checo.
"Fue un encuentro muy triste porque su mujer estaba muy enferma, tenía cáncer. Y Hrabal estaba tan, tan apenado que casi no veía a la gente. Pero al mismo tiempo era muy entrañable todo, porque Hrabal recibió un plato típico checo, y con un par de cubiertos y una sola cerveza lo hizo circular por toda la mesa donde me encontraba yo, un amigo con quien había venido y otros invitados, y todos comimos del mismo plato, con el mismo cubierto y bebimos del mismo vaso de cerveza".
Este primer encuentro suyo con el escritor se efectuó en su chalet en Kersko ...
"Sí, era allí donde se produjo esta escena, en aquel chalet donde tenía tantos gatos, el chalet que está rodeado por un bosque profundo y frondoso".
¿Y cómo surgió la idea de escribir un libro biográfico sobre Bohumil Hrabal?
"Yo le estaba traduciendo. Traduje unos diez libros suyos, o sea que bastantes, y estaba como fascinada con este escritor. Entonces, de mi fascinación surgió la idea de escribir su biografía, y bueno, poquito a poco se hizo y ahora ya tenemos la segunda edición".
"Nos encontrábamos en una taberna", contó Monika Zgustová. "A Hrabal no le agradaba cuando alguien apuntaba lo que él estaba diciendo. Entonces, aprovechaba las pausas cuando tenía que ir al baño para hacerme los apuntes. Y las había bastantes, porque Hrabal bebía mucho cerveza y los que lo acompañaban tenían que seguir su marcha".
¿En qué difiere esta segunda edición de su libro "Los libros amargos del jardín de las delicias" de la versión original que fue publicada en 1997?
"Las primeras ediciones se hicieron en catalán y en castellano, y el tercer idioma en que se publicó fue el checo. Esto fue aproximadamente dos meses después de la muerte de Bohumil Hrabal. Luego siguieron otros idiomas europeos. La diferencia es que en esta nueva edición checa hay un capítulo nuevo. Es el último capítulo, que se refiere a la relación de amistad, y también un poco de fascinación por una joven norteamericana, April Gifford, que Hrabal llamaba Dubenka o Aprileta".
Arnost Lustig, escritor y amigo de Bohumil Hrabal: "Le gustaban las mujeres, pero permanecía fiel a la suya. Creía que la amistad y el amor son un milagro y que participar en este milagro es un obsequio".
¿Cómo describiría la relación que existía entre Ud. y Bohumil Hrabal? Ud. expresó que quizá no pudiera hablarse de una amistad, sino más bien que Bohumil Hrabal era para Ud. como un maestro.
"Exacto. No podía hablarse realmente de amistad porque había mucha diferencia de edad. Y además él era un gran maestro, y yo en realidad nunca hubiera podido tratarle de amigo. Le tenía demasiado respeto, y además era una persona muy especial, ¿no? Porque a veces estaba de buen humor, a veces estaba de muy mal humor, y entonces mandaba a todo el mundo al cuerno, y ... La verdad es que él se convirtió en mi maestro. Lo noto mucho tanto en los propios textos que escribo, como sobre todo en situaciones de la vida. Muchas veces, cuando tengo que solucionar alguna situación le pido consejo a mi Maestro Bohumil Hrabal".
Josef Zumr, filósofo y amigo de Bohumil Hrabal: "Bohumil Hrabal se interesaba muy intensamente por la filosofía. Jean-Paul Sartre, Karl Jaspers o Ladislav Klíma, eran sus filósofos preferidos. Del último sabía citar largos pasajes. Además sabía de memoria todo el escrito del filósofo chino Lao-Tse traducido al checo".
¿Cuál de los capítulos de la vida de Bohumil Hrabal le impresiona más?
"Yo creo que lo que más me ha impresionado es su humildad. El, aunque sobre todo al final de su vida, sus últimos 25 años, cuando ya publicaba su obra en el extranjero, era una persona que tenía más dinero de lo que era común, nunca jamás ha dejado de vivir como una persona humilde. Siempre decía que un escritor tenía que ser una persona humilde y debía tener el mismo nivel que una persona normal y corriente. El nunca dejó de ser humilde, por eso en su chalet de campo, muy pequeño y pobre, no tenía ni siquiera agua corriente".
Milan Jankovic, fotógrafo y amigo de Bohumil Hrabal: "Hrabal estaba siempre en alerta, sabía muy bien que le estaban tomando fotos. Pero no era un modelo, mantenía una postura natural e indiferente como si no se percatara del fotógrafo".
¿Por qué cree Ud. que Bohumil Hrabal es uno de los escritores checos más populares en Cataluña, o en España, en general?
"Yo creo que es porque describe tan bien la vida, porque habla muy a fondo de la condición humana, porque tiene algunas anécdotas muy vivas y porque tiene tanta vitalidad, tiene una vitalidad como muy pocos escritores".
Arnost Lustig: "Me acuerdo cuando en marzo de 1989 Hrabal vino a visitarme a EE. UU. Lo esperábamos con mi hijo en el aeropuerto, ya todos los pasajeros se habían ido, hasta que por fin vimos a un empleado empujando un carro para el equpiaje. En el carro yacía Hrabal, ebrio porque detestaba viajar en avión, y con el alcohol había tratado de matar esa aversión, antes y durante el vuelo".
Ud. escribe en su libro sobre Bohumil Hrabal que para él el hecho de escribir era como una manera de confesión o de exploración, que incluso se curaba escribiendo. Y para Ud., ¿ qué significa el arte de escribir o de traducir?
"Para mí es como una búsqueda de lo que es la vida, la condición humana, qué es el amor, cuál es la postura del hombre, qué es la amistad, qué es el hombre ante la historia, o sea que todas estas preguntas que siempre se pueden ir contestando desde nuevos ángulos".