No todos los bioplásticos son sinónimo de ecología

Foto ilustrativa: meineresterampe, Pixabay / CC0

A menudo el prefijo “bio” nos hace pensar que un producto es más sostenible para el medioambiente, sin embargo, no siempre es así. Es lo que sucede con algunos de los llamados bioplásticos, cuya composición todavía no está en Chequia totalmente definida por ley.

Foto ilustrativa: meineresterampe,  Pixabay / CC0
El uso del plástico es en este momento uno de los mayores problemas medioambientales que enfrenta la humanidad. Debido a su lenta degradabilidad, este material contamina aquellas superficies en las que acaba cuando finaliza su ciclo de vida, en muchos casos en el agua del mar.

Es por ello que se están buscando numerosas alternativas, entre las que surgió el uso de los llamados bioplásticos, que están producidos, al menos en parte, con materiales biodegradables. Sin embargo, los expertos señalan que el uso del prefijo “bio” puede ser engañoso, pues no todos los bioplásticos poseen la degradabilidad que sería deseable, como explicó para la Radiodifusión Checa Hynek Beneš, del Instituto de Química Macromolecular de la Academia de Ciencias checa.

“El prefijo ´bio´ solo señala que en alguna fase de la producción hay una relación con la naturaleza. Y esto hace referencia a dos aspectos, en primer lugar, que el producto se ha fabricado a partir de plantas o alguna sustancia natural, y que los microorganismos serán capaces de hacerse cargo de ello cuando termine su ciclo vital”.

Pero que un bioplástico sea biodegradable no significa que se vaya a degradar en poco tiempo, ni que todos sus componentes sean degradables biológicamente, tal y como añadió Beneš.

“Pueden producirse plásticos petroquímicos tradicionales a partir del petróleo que son 100% degradables biológicamente, mientras que se pueden hacer plásticos que incluyen sustancias naturales que no son degradables biológicamente”.

Entre los bioplásticos que se consideran más problemáticos se encuentran los oxo-plásticos. Aunque este material se degrada a partir de la radiación ultravioleta, la humedad o un nivel específico de temperatura, algunos estudios han demostrado que tras su degradación deja sustancias tóxicas en la naturaleza.

La ecologista Petra Innemanová se mostró en contra de este tipo de plásticos.

'Limpiemos el mundo,  limpiemos Chequia',  foto: Radek Janoušek,  ČRo
“Me parece un sinsentido ecológicamente la producción de los oxo-plásticos, de los que hablamos como plásticos biodegradables. Se producen a partir de combustibles fósiles, entonces para empezar ya no se está ahorrando petróleo, y al final se demuestra que no se degradan sin consecuencias”.

En el marco de la preocupación existente acerca de los efectos nocivos del plástico en la naturaleza, el 6 de abril se llevará a cabo un año más la iniciativa “Limpiemos el mundo, limpiemos Chequia”, en la que grupos de voluntarios salen a los parques y bosques de todo el país para recoger distintos tipos de residuos, entre los que destaca el plástico.

Esta iniciativa reunió en 2018 a casi 135 000 voluntarios, quienes consiguieron recoger más de 2000 toneladas de basura.

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