Muere Dana Němcová, valiente referente de la disidencia contra el comunismo
A los 89 años de edad falleció Dana Němcová, antigua portavoz de Carta 77 pero, sobre todo, una inquebrantable luchadora por la libertad en la sociedad en la que vivía. La cárcel y la exclusión no hicieron mella en su carácter.
Dana Němcová nació en Most hace 89 años en el seno de una familia pobre de mineros. Su historia desde entonces hasta su muerte este martes, es un fascinante relato de lucha y entrega de una personalidad ejemplar. Psicóloga de profesión y madre de siete hijos, nada la frenó a la hora de enfrentarse al régimen, para empezar, por el encarcelamiento del grupo de rock The Plastic People of the Universe, para quienes organizó una colecta de firmas en su apoyo. Por ello perdió su trabajo como psicóloga ayudando a niños con problemas de habla y audición y desde entonces solo pudo trabajar de limpiadora y otras ocupaciones similares. También pasó por la cárcel seis meses en 1979 y por un breve periodo de tiempo más tarde en 1989. Además, recibió una pena condicional de cinco años, pero como ella misma dijo en su momento a la Radio Checa, no “aprendió” nada de estas experiencias, nada la hizo cambiar.
“Yo, personalmente, tengo una insuperable necesidad de libertad y por la libertad estaba dispuesta a pagar un precio. Ese era el lujo de la disidencia en el que no solo me formé yo, sino que nos formábamos todos unos a otros”.
Němcová fue una de las primeras signatarias de Carta 77 y, posteriormente, una de sus portavoces. Fue una personalidad muy cercana a Václav Havel y a su mujer Olga Havlová, y una de las fundadoras del Comité de Defensa de los Procesados Injustamente.
De aquellos duros tiempos de cárcel y persecución, sin embargo, lo que destacaba era la unión entre los miembros de la disidencia.
“Éramos extraordinariamente solidarios y debo decir que en aquel tiempo, del que parece que todo era opresión y mal, esto era algo muy bonito. Por ejemplo, mientras estuve en la cárcel como miembro del Comité para la Defensa de los Procesados Injustamente, tenía el maravilloso sentimiento de que, igual que nosotros nos habíamos ocupado antes de los que habían sido procesados injustamente, alguien se ocupaba ahora de mi familia y de mí, y así era”.
Su figura fue todo un referente dentro de la disidencia checa y el piso de la calle Ječná de Praga en el que vivía con su marido, el filósofo Jiří Němec, uno de los puntos de encuentro más importantes para todos los críticos contra el régimen comunista, como contó a la Radio Checa la antigua disidente Petruška Šustrová.
“Cualquiera podía llegar y recibía lo que necesitaba. Había quien necesitaba comer, otros necesitaban consejo y otros necesitaban algo de cariño. Y Dana, sonriente, estaba siempre a disposición de esta gente, no la molestaban”.
Šustrová también recordó que una vez los agentes de la Policía secreta comunista le preguntaron cómo podía hacer lo que hacía si tenía siete niños. Němcová les respondió que precisamente por ellos lo hacía, para que no se avergonzaran de su madre.
Tras la vuelta a la democracia en 1989, Němcová no abandonó su lucha en defensa de los derechos humanos y en 1992 fundó una oficina de ayuda para refugiados. En 1998 obtuvo de manos de su compañero Václav Havel la Medalla al Mérito.
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