Ministro de RR.EE. checo saluda oferta de la UE a Turquía para frenar la ola migratoria
El ministro de RR.EE. checo, Lubomír Zaorálek, saludó la oferta presentada por la Unión Europea a Turquía para que ayude a frenar el flujo migratorio hacia el Viejo Continente.
Nada es gratis. Turquía espera de Bruselas concesiones a cambio de su cooperación. A pesar del entusiasmo expresado por la canciller alemana, el ministro de RR.EE. checo, Lubomír Zaorálek, dijo a la Televisión Checa (ČT) que las negociaciones serán arduas.
“Considero que la oferta puede resultar atractiva para Erdogan. Le ofrecemos ayuda por miles de millones de euros. No obstante recibimos una respuesta un tanto fría. Nos dan a entender que nuestra oferta no representa la solución”.
Bruselas prometió tres mil millones de euros en ayuda para contener en Turquía a los solicitantes de asilo. Mientras que Estambul quiere que se aceleren las negociaciones para la liberación de visados al espacio Schengen para los 74 millones de turcos ya en 2017.Para los gobernantes turcos resulta de gran importancia que se retomen las estancadas negociaciones para la integración de su país a la Unión Europea, recordó Zaorálek.
“Siempre hemos apoyado el proceso de integración, se trata de una constante, no hemos cambiado nuestra política”.
Por su parte, Turquía se comprometió a aplicar el Acuerdo de Readmisión, lo que significa que aceptará la devolución a su territorio, desde Europa, de los inmigrantes que no tengan derecho a asilo, y que se demuestre que salieron desde el territorio turco.
La UE planea crear estructuras de control de migración en los llamados ‘puntos calientes’ de su llegada y reforzar la guardia fronteriza, mientras que Estambul se compromete a intensificar sus medidas de seguridad, especialmente las marítimas.Angela Merkel reconoció que Turquía ha tomado una responsabilidad muy grande, en su territorio ha acogido a cerca de dos millones de refugiados, por lo que estima que la carga de los inmigrantes debe ser compartida.
El sistema de cuotas impulsado por la Comisión Europea, ha sido rechazado por Hungría, Eslovaquia y la República Checa, que aseguran que la acogida de inmigrantes debe ser voluntaria y acorde a las posibilidades de cada país.