Microbióloga checa advierte sobre el deshielo de los glaciares y su efecto a nivel global
En los últimos años, las temperaturas han aumentado en la República Checa y los problemas con la sequía son cada vez mayores. Ningún país es ajeno a los efectos del cambio climático, como explicó para la Radio Checa la microbióloga Marie Šabacká.
El derretimiento de los polos puede parecer un fenómeno invisible para la mayoría, ya que no sucede delante de nosotros. Sin embargo, sus consecuencias serán globales y ya se están dejando notar.
Sobre el deshielo y los problemas asociados a ello habló para la Radio Checa la microbióloga Marie Šabacká, quien lleva 17 años realizando investigaciones en los círculos polares. En estas gélidas zonas ha podido ver en primera persona cómo la cantidad de hielo se reduce cada año.
Trabajar en regiones como la Antártida no es nada fácil. Las temperaturas bajo cero son habituales y eso dificulta el día a día de los científicos, que tienen que cuidar al detalle su equipamiento.
Trabajar en regiones como la Antártida no es nada fácil. Las temperaturas bajo cero son habituales y eso dificulta el día a día de los científicos, que tienen que cuidar al detalle su equipamiento.
La microbióloga Marie Šabacká cuenta que ella normalmente no investiga en los periodos de más frío, ya que su trabajo consiste en analizar vida orgánica, que prolifera mejor en verano. Pero señala que ciertamente la temperatura es uno de los desafíos a los que deben enfrentarse en sus investigaciones.
“Hay que llevar todo el equipamiento necesario, no puedes tocar nada de metal con las manos desnudas. Cuando estás a temperaturas bajo cero es mucho más difícil también para las máquinas que usamos y para llevar a cabo experimentos en el terreno”.
Los científicos que trabajan en estas zonas son testigos excepcionales del desprendimiento de icebergs y de cómo se derriten los polos. De acuerdo con Šabacká, cada año que pasa puede ver que hay menos hielo en los glaciares que estudia.
“Porcentualmente, algunos glaciares, como los de los Alpes, han perdido entre el 80 % y el 90 % de su superficie. En Svalbard, la situación no es tan dramática, pero se puede ver que el hielo retrocede. El glaciar que yo estudio se ha reducido en casi cuatro kilómetros desde 1920. Este en concreto tenía mucha superficie sobre el mar, entonces, como el mar se va calentando, se derrite y pierde estabilidad”.
El papel de los glaciares es fundamental. Al reflejar los rayos del sol, reducen el aumento de la temperatura del mar. Pero nos encontramos dentro de un círculo vicioso: cada vez se derriten más glaciares, por lo que el mar se calienta y ello provoca el derretimiento de otros glaciares.
“Esta misión quizás es más difícil que llegar a Marte. Porque significa cambiar todos los sectores: cómo obtenemos energía, cómo obtenemos acero, cemento, alimentos. Necesitaríamos la participación de todo el mundo. Reducir las emisiones es una tarea increíblemente difícil”.
Los efectos perjudiciales para el ser humano ya están teniendo lugar. Las corrientes marinas y las corrientes atmosféricas se mantenían en un equilibrio que se está viendo alterado rápidamente. Esto nos conduce a situaciones climáticas cada vez más extremas, apunta Šabacká.
“Lo que más nos afecta a nosotros es que el deshielo influye en las corrientes marinas y atmosféricas. Hay muchas hipótesis al respecto. Pero está parcialmente demostrado que esto está provocando, por ejemplo, que en Norteamérica los inviernos sean cada vez más duros, y que en países como Alemania y Chequia cada vez haya más sequía y temperaturas más altas”.
Es decir, no se trata de predicciones apocalípticas, sino que ya estamos inmersos en el problema. Y aunque no puede evitarse por completo, Marie Šabacká cree que pueden reducirse los efectos del calentamiento global a largo plazo, al menos, lo suficiente para que la vida sea sostenible. No obstante, indica que este es el reto más difícil de conseguir para la humanidad actualmente.
“Esta misión quizás es más difícil que llegar a Marte. Porque significa cambiar todos los sectores: cómo obtenemos energía, cómo obtenemos acero, cemento, alimentos. Necesitaríamos la participación de todo el mundo. Reducir las emisiones es una tarea increíblemente difícil”.
El cambio climático y la amenaza de los virus
Como microbióloga acostumbrada a la búsqueda de organismos en ambientes extremos, Šabacká habló también sobre otra de las amenazas provocadas por el cambio climático y que, por ser aún menos visible que los eventos relacionados con el clima, pocas veces llama la atención del gran público.
En algunas partes del mundo, el deshielo trae consigo la liberación de gases dañinos para la atmósfera, así como la vuelta a la vida de organismos peligrosos para el ser humano. Marie Šabacká matiza que esto sucede en zonas aisladas del mundo, pero ya se han visto casos de este tipo, por ejemplo, con el deshielo de cadáveres de renos que tenían en su interior la bacteria Bacillus anthracis, que causa el ántrax.
“Esto es más probable en el suelo helado de lugares como Siberia y Alaska. Ha habido incluso un caso de infección de ántrax en un pueblo de Siberia, donde desgraciadamente murió un chico de 12 años. Aunque son hechos poco habituales. Visto desde un punto de vista cínico, podemos decir que como Siberia está muy aislada, se infecta solo un pueblo y es difícil que salga de ahí. Pero si pasa en una ciudad con millones de personas como Wuhan, un virus puede expandirse muy rápido”.
Pocas veces se tiene en cuenta el lado social del cambio climático. Sobre ello insistió Šabacká, quien considera que es difícil para los países más pobres hacer esfuerzos para reducir las emisiones. Por este motivo, considera que buscar soluciones integrales contra la pobreza y para mejorar la vida de las personas en todo el mundo es un paso necesario para buscar otro modelo productivo, donde primen energías y medios de transporte más limpios.