“Me sigo inspirando en mi tío Ayrton Senna”

Ayrton Senna, foto: Wikipedia

El piloto de Fórmula 1 Bruno Senna presentó este mes en Praga el documental ‘Senna’, que recoge, además de los momentos álgidos de la carrera deportiva de su tío, el tricampeón mundial Ayrton Senna, el lado personal del gran mito brasileño. Diecisiete años después de su desaparición, Bruno recordó para Radio Praga, como era Ayrton en familia y como aún hoy día sigue inspirándole tanto dentro como fuera de los circuitos.

Ayrton Senna,  foto: Gabriele / Creative Commons
“Hay cosas que te devuelven a la realidad de lo frágil que eres en el mismo momento que estás haciendo algo que nadie más es capaz de hacer. En el mismo momento que eres visto como el mejor, el más rápido, alguien intocable, eres enormemente frágil. En un momento todo puede haber acabado”, decía Ayrton Senna. Y eso mismo le ocurrió al propio campeón brasileño un fatídico 1 de mayo de 1994, cuando lideraba el Gran Premio de San Marino en el circuito de Imola.

“Veloz como un sollozo/se salió de la pista y de la primavera/los sueños se quedaron sin vanguardia/ya nadie habrá de izarlos a trescientos por hora” escribió entonces Mario Benedetti en su ‘Réquiem por Ayrton Senna’. Su figura, que ya en vida había trascendido del mundo de la Fórmula 1, entraba a formar parte de la leyenda. Su personalidad además dejó una huella profunda en el mundo de las carreras, y especialmente en su casa, donde sigue siendo muy añorado, dice Bruno Senna.

Ayrton Senna con Bruno y otras dos de sus sobrinas
“Siento mucha falta de Ayrton como persona, porque en casa siempre era muy cariñoso con la familia. Todos los momentos que estábamos juntos eran muy especiales porque siempre tenía una sonrisa en la cara. Traía mucha alegría a la familia”.

“Si piensan que yo soy rápido, esperen a ver a mi sobrino”, bromeó Ayrton Senna meses antes de morir. Pese a vivir en Europa, Ayrton intentaba pasar el mayor tiempo posible con su familia en Brasil. Bruno desde muy pequeño sintió también la pasión por el automovilismo y Ayrton quería enseñarle todo lo que sabía.

Senna durante el Gran Premio de Canadá de 1988. foto: Paul Lannuier / Creative Commons
“Yo tenía solo 10 años cuando Ayrton murió. Pero él siempre intentaba que yo aprendiese de mis propios errores, en la pista, en la vida y en todo lo que hacía siempre me dejaba aprender de las consecuencias. A veces solo estábamos jugando con las motos de agua, con los karts, pero siempre quería que yo aprendiera de la experiencia. Si quería que yo aprendiera sobre motores, estaba siempre configurando los carburadores, ajustando los motores de los karts y las motos de agua. Todo eso me ayudó a conocer la máquina, lo que me es muy importante hoy”.

Para Bruno, las enseñanzas de Ayrton iban mucho más allá de los circuitos, y cree que hoy día sigue sirviendo de ejemplo para cualquiera.

“Ayrton era una persona que creía mucho en su ejemplo y en sus valores, siempre lo hacía todo con mucha firmeza porque creía que ese era el mejor camino, y demostró que estaba en lo cierto, porque tuvo una gran carrera deportiva. Creo que es una gran ejemplo para todos los que creen que pueden hacer algo especial, especialmente para los brasileños, que tenemos cierto complejo de inferioridad, digamos, porque estamos por detrás de Europa”.

Senna en el Gran Premio de Mónaco de 1992. Foto: Iwao / Creative Commons
La vida de Bruno está doblemente marcada por la tragedia familiar. Dos años después del accidente de Ayrton, perdió también a su padre en accidente de moto. La madre de Bruno, Viviane Senna, quiso apartar a su hijo de los peligros del automovilismo, por el que tan alto precio había pagado la familia. Sin embargo, diez años después de la muerte de Ayrton, la pasión de Bruno pudo con todo, incluida la resistencia de su entorno. El apellido Senna volvía a las pistas.

“Es interesante porque claro que para toda familia es muy difícil superar una muerte. Pero como piloto, nunca me afectó a la motivación. Nunca me dejó de gustar el automovilismo. Es interesante, desde dentro del coche se ven las cosas distintas que desde fuera. Pero como él siempre fue mi ejemplo, desde pequeño, fue difícil superar su falta y poder seguir ese ejemplo, porque pasó mucho tiempo antes de que pudiera mirar sus carreras con naturalidad nuevamente”.

El análisis de accidentes como el de Ayrton trajo muchas mejoras en la seguridad en la Fórmula 1. De hecho, no ha habido desde entonces que lamentar más muertes de pilotos, aunque sí haya habido otros accidentes con graves consecuencias. Pero a pesar de todo, Bruno Senna asegura no sentir miedo a 300 kilómetros por hora.

Bruno Senna en Praga,  foto: Pirelli Tyre
“Es peligroso, claro, el automovilismo es siempre peligroso, pero hoy la cuestión de la seguridad es muy diferente a cuando Ayrton competía. Es muy importante que mi familia comprendiera esto, porque al principio era muy difícil que aceptasen que yo iba a volver a conducir. Hoy están todos tranquilos. Yo nunca he sentido miedo ni nada negativo en el automovilismo, solo el deseo de pilotar”.

Los años que Bruno pasó sin competir por la muerte de Ayrton son vitales en el desarrollo de cualquier piloto. Sin embargo, aunque con una edad algo más avanzada que sus contrincantes, estuvo a punto de alzarse en 2008 con el título de la GP2, antesala de la Fórmula 1.

Aunque reivindicando siempre su propio nombre y su carrera dentro del automovilismo, Bruno, al igual que sucede con la mayor parte de pilotos, intenta seguir la estela de su tío, y lleva con orgullo sus mismos colores en el casco.

“Hasta hoy, me inspiro mucho en Ayrton, siempre miro sus carreras, las cosas que Ayrton decía. Él lo sabía todo sobre el automovilismo y creo que aún puedo aprender mucho de él. Tengo todas sus carreras en mi computadora, siempre las estoy mirando”.

Ayrton Senna,  foto: Gabriele / Creative Commons
¿Cómo se imagina Bruno a su tío, si hoy tuviera 51 años?

“Ayrton siempre intentó ayudar mucho a los niños de Brasil, así que estaría muy ligado a la fundación que tenemos allí, el Instituto Ayrton Senna, y también haciendo algo con automovilismo, porque era su gran pasión. Pienso que estaría ayudando a chicos y chicas a llegar a la Fórmula 1 o a estar en el automovilismo, porque era lo que sabía hacer”.

Ayrton Senna presentó el proyecto de una organización benéfica semanas antes de su accidente. Su hermana Viviane, madre de Bruno, hizo realidad su sueño fundando meses después el Instituto Ayrton Senna.

El tricampeón mundial siempre fue muy sensible a los problemas sociales que sufre Brasil, y a ellos se refería a menudo. “Nunca podrás cambiar el mundo tú solo. Pero sí puedes contribuir a hacerlo en una pequeña parte. Yo nunca diré qué es lo que hago exactamente contra la pobreza. La Fórmula 1 es algo bien miserable al lado de esta tragedia. Nuestra mayor victoria es amar a los seres humanos", decía Senna.

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