Más de 1,2 millones de autos Škoda, afectados por el escándalo Volkswagen

Foto: archivo de Škoda Auto

El fabricante de automóviles checo Škoda Auto, que pertenece a Volskwagen AG, ha hecho público que 1,2 millones de sus vehículos fueron equipados con el motor TDI que manipulaba los datos de emisión en el periodo entre 2009 y 2013. La compañía reparará los modelos afectados y cubrirá todos los costes.

Foto: archivo de Škoda Auto
Hasta 1,2 millones de vehiculos Škoda fueron equipados con el motor TDI que ha provocado el escándalo de Volkswagen entre 2009 y 2013. El portavoz de la empresa checa, Jozef Baláž, declaró en la Televisión Checa este lunes que todos los autos afectados serían reparados y que la compañía cubriría todos los costes. Subrayó asimismo que todos los vehículos eran totalmente seguros y funcionales.

Škoda Auto no usa los motores TDI desde hace algún tiempo, pero equipó con ellos algunos de sus viejos modelos, entre ellos el Fabia, Octavia, Superb, Rapid y Roomster. La Asociación de Importadores de Autos ha admitido que entre 2009 y 2013 se vendieron en la República Checa más de 150.000 vehículos Škoda y Volkswagen equipados con motor diésel.

La semana pasada Volkswagen reconoció que unos 11 millones de vehículos en todo el mundo contienen un software de control de emisiones que manipula los resultados reales. La compañía calcula el coste de cubrir estos daños esn unos 7.300 millones de dólares.

El valor de las acciones de Volkswagen ha caído en picado desde el estallido del escándalo y existen preocupaciones sobre su posible impacto en la economía checa. El ministro de Industria y Comercio, Jan Mládek, afirmó en la Televisión Checa que no cree que las consecuencias sean graves, ya que los vehículos fabricados por Škoda no se venden en Estados Unidos, donde Volkswagen se enfrenta a sus mayores problemas. La empresa checa además no cotiza en bolsa.

Sin embargo el ministro remarcó que los exportadores checos de componentes automovilísticos para vehículos de lujo ensamblados en Alemania sí que podrían tener problemas. Por otro lado, la experiencia de la crisis de 2008-2009 sugiere que los subcontratistas checos que hacen negocios con Alemania son más resistentes que las propias plantas en la República Checa, subrayó Mládek.

Aun así, el ministro reconoció que el escándalo era una mala noticia para la economía checa, ya que la pérdida de prestigio de Volkswagen será difícil de superar, y la empresa sufrirá inevitablemente una caída de ventas. Alemania es el mayor socio comercial de laRepública Checa en la Unión Europea y cualquier problema en su mercado tiene un impacto también en los exportadores checos.