Lukashenko no merece ser presidente de Bielorrusia

Aleksander Lukashenko, foto: CTK

El presidente autocrático de Bielorrusia, Aleksander Lukashenko, se ha asegurado la posibilidad de gobernar en su país de por vida. También en Praga ha habido protestas contra el referéndum sobre si el mandatario podría presentarse por tercera vez consecutiva como candidato a las elecciones presidenciales en 2006.

Aleksander Lukashenko,  foto: CTK
Según la Comisión Electoral Central bielorrusa, el 75 por ciento de los electores dieron este domingo el voto de confianza al presidente Aleksander Lukashenko. El referéndum decidió que desapareciese de la Constitución bielorrusa la estipulación de que una persona pueda ocupar el cargo de presidente solamente durante dos períodos de funciones consecutivos.

Contra el reférendum protestaron el domingo ante la Embajada de Bielorrusia en Praga ciudadanos bielorrusos residentes en la República Checa. La manifestación fue convovada por el presidente de la Unión de Bielorrusos en el Extranjero, Auhien Sidoryk.

"Estamos en contra de que Lukashenko cambie la Constitución y se convierta en presidente de por vida, tal y como él desea. Este hombre no merece ser presidente. Haremos todo lo posible, junto con todas las personas de buena voluntad y las fuerzas democráticas de Bielorrusia, por que abandone el cargo y sea puesto ante los tribunales para rendir cuentas de lo que hizo a nuestro país. Sólo han sido cosas negativas. Cierra escuelas, como por ejemplo la Universidad Bielorrusa. Viola todas las leyes".

Foto: Asja Tchekanova
A las protestas se adhirió asimismo Amnistía Internacional. "Criticamos continuamente la violación de los derechos humanos fundamentales en Bielorrusia", subrayó Radek Dvorácek, de esta organización.

"En Bielorrusia son encarcelados opositores políticos. Se prohiben periódicos. Se trata de una medida temporal, para el período de elecciones. Está claro que dentro de tres meses, los periódicos podrán salir otra vez, por algún tiempo la situación se relajará. Pero eso ya será después de las elecciones".

La oposición bielorrusa puso en duda los resultados del referéndum, advirtiendo sobre la violación del reglamento electoral. Unos observadores fueron expulsados de algunos colegios electorales, y antes del referéndum los medios de comunicación estatales iniciaron una campaña masiva a favor del presidente, que seguía durante la votación. Por ejemplo, en los spots televisivos que indicaban cómo rellenar la papeleta se marcaba únicamente la variante "a favor".