Chequia acoge a sanitarios bielorrusos despedidos por protestar contra el régimen
Gracias al programa MEDEVAC, 16 médicos y sanitarios bielorrusos tienen la oportunidad de continuar con su carrera profesional y sus vidas en la República Checa después de que perdieran sus empleos en su país por protestar contra el régimen de Aleksandr Lukashenko.
Desde que empezó el año, 16 doctores y trabajadores sanitarios bielorrusos se han asentado en la República Checa con sus familias escapando de la represión que han sufrido en su país por manifestarse contra el régimen. Tras las elecciones del año pasado, cuyo resultado no ha sido reconocido por la Unión Europea, y que desataron una oleada de protestas no vistas con anterioridad en la exrepública soviética, el presidente Aleksandr Lukashenko está empleando toda clase de prácticas para ahogar a la oposición.
Famosos son los casos del periodista Ramán Pratasévich, capturado por el régimen junto a su novia después de que un caza hiciera aterrizar el vuelo de Ryanair en el que iba mientras sobrevolaba territorio bielorruso en dirección a Lituania. O, más recientemente, el de la velocista olímpica Krystsina Tsimanóuskaya, que tras criticar a la Federación de Atletismo de su país en los Juegos de Tokio, denunció el intento de secuestro por parte de miembros del equipo olímpico bielorruso para devolverla antes de tiempo a Minsk. Ante el miedo a represalias, pidió asilo dentro de la Unión Europea, donde ahora se encuentra junto a su marido.
Son solo algunos casos conocidos de un drama que puede arruinar la vida de cualquiera que se manifieste en contra de Lukashenko. Natalia Yermolayeva, experimentada enfermera de anestesiología, también acudió a las protestas en su día. En una de ellas fue detenida, tras lo que pasó quince días en la cárcel. Tras su salida descubrió que había perdido su empleo, contó a la Televisión Checa.
“Fui al trabajo, y el director me dijo que ya no necesitaba nada más de mí, que ya no tenía nada que hacer allí desde ese mismo día”.
Desde hace poco, Yermolayeva ha podido cambiar la gran clínica oncológica de Minsk en la que trabajaba por el hospital de Český Krumlov, donde de momento hace de auxiliar de enfermería.
Víktar Lajatski trabaja en ese mismo hospital ayudando con la administración en medicina interna, en Bielorrusia, antes de perder su empleo y su futuro, era cardiocirujano infantil. Ambos podrán retomar sus carreras anteriores después de arreglar unos trámites burocráticos y superar varios exámenes.
Son dos de los 16 profesionales sanitarios que decidieron aceptar la ayuda checa y se acogieron al programa MEDEVAC. La coordinadora del programa en el Ministerio del Interior, Anna Pavlačková, recordó para la Televisión Checa que también Chequia sale beneficiada con la llegada de este personal sanitario.
“Vimos que existía una necesidad por las dos partes. Realmente teníamos una carencia de personal médico, y por otro queríamos ayudar a las personas de Bielorrusia”.
Otro de estos médicos acogidos en Chequia, el estomatólogo Aleksandr Maiséyev, dará clases en la Facultad de Medicina de la Universidad Carolina de Praga. Tras colgar la bandera rojiblanca de la oposición democrática en su balcón, también fue arrestado y tuvo que abandonar ese mismo trabajo en la Universidad de Minsk. Aunque echa de menos a su gente, siente alivio de haber podido abandonar Bielorrusia, contó a la Televisión Checa.
“Lo añoro un poco. Echo de menos a mi familia, etc. Pero al Estado bielorruso no, en absoluto. Es deprimente. No existe la ley, solo la fuerza”.
Tanto Maiséyev como sus colegas se sienten agradecidos con la oportunidad brindada de mudarse con sus familias y continuar sus carreras médicas, pero si algo desean, es que se acabe pronto el régimen de Lukashenko.