Los servicios secretos checos expulsan a tres espías rusos
Tres espías rusos han sido expulsados de la República Checa recientemente tras ser localizados por los servicios secretos checos. Una expulsión que Rusia ha respondido con la misma medida respecto a dos empleados de la embajada checa en Moscú.
Al parecer, la diplomacia checa no quiso que el incidente fuese a más y por eso no expulsó a los diplomáticos rusos, sino que simplemente no les renovó sus permisos de residencia y les instó sutilmente a abandonar el país de manera silenciosa. Una actitud del Gobierno checo que no le hizo gracia a Moscú, que, como represalia, no concedió visados a dos empleados de la embajada checa en la capital rusa.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores consideran que la reacción de Moscú es una medida de represalia, pero por el momento han decidido no hacer declaraciones al respecto porque esto podría complicar la acreditación de los diplomáticos que reemplazarían a los dos rechazados checos. Así se expresaba este jueves en declaraciones a la Radiodifusión y la Televisión checas el ministro de Relaciones Exteriores, Lubomír Zaorálek.
“No puedo confirmarlo, porque desconozco qué tipo de datos ha publicado el semanario Respekt. Se trata además de un tema que no quiero comentar. Lo único que puedo decir es que semejantes episodios no son nada excepcional en las relaciones con la Federación Rusa y, lamentablemente, se repiten con frecuencia. Naturalmente sería mucho mejor si nuestras relaciones bilaterales fueran más tranquilas, para no estar obligados a resolver problemas como este”.Los servicios secretos checos lanzaron la operación hace unos nueve meses, después de que el BIS identificara a un diplomático ruso como una persona involucrada en espionaje. El hombre no fue acreditado por la embajada rusa en Praga y visitó la República Checa temporalmente. Él venía de otro país extranjero donde supuestamente había operado. No está claro lo que realmente hizo, pero tuvo que abandonar la República Checa de inmediato.
En las semanas siguientes, BIS reveló otros dos nombres de sospechosos. Uno de ellos era un empleado de la embajada rusa y el otro se preparaba para comenzar su misión diplomática en Praga.
Según Respekt, la embajada rusa en Praga tiene demasiado personal. En la actualidad, cuenta con 125 empleados, una cifra desproporcionada en comparación con la de otros países semejantes a Rusia.
No es la primera vez que pasa algo así, de hecho los servicios secretos siempre han advertido en sus informes anuales que unos 30 de los diplomáticos rusos en Praga podrían ser espías. Este no ha sido el primer conflicto que el país tiene con Rusia por espionaje. En 2009, dos agentes rusos fueron expulsados de Praga, supuestamente por sus actividades relacionadas con la energía nuclear, y las entregas de petróleo y gas.