Los reclusos demandan al Estado por las malas condiciones de las cárceles
Las cárceles checas están saturadas, ya no tienen capacidad para tantos reclusos. Los prisioneros quieren demandar al Estado por las malas condiciones en las que tienen que cumplir sus condenas.
Celdas superpobladas, alimentos escasos y de mala calidad, derecho a ducharse tan sólo una vez por semana. Estas son algunas de las quejas más frecuentes de los presidiarios checos que han empezado a organizarse para exigir que se respeten sus derechos.
La falta de instalaciones y los recortes financieros han deteriorado las condiciones de vida en las cárceles del país. Dos prisiones han sobrepasado en un 30% su capacidad, y las celdas abarrotadas no cumplen la norma establecida por la ley de cuatro metros cuadrados por persona, según reconoció el portavoz de la Administración Penitenciaria, Robert Káčer.
“Debo decir que no hemos reducido el espacio por persona a menos de tres metros y medio. Pero a diferencia de lo que ocurre en Occidente, donde los espacios se amplían, nosotros marchamos en la dirección opuesta”, aseguró el funcionario.
El Ministerio de Justicia ha recibido decenas de demandas, los antiguos presos exigen compensaciones económicas por las pésimas condiciones en las que tuvieron que cumplir sus condenas.
En declaraciones a la Televisión Checa, un antiguo recluso, Petr, que pidió anonimato dijo que demandó al Estado por unos 20.000 euros por las condiciones inhumanas del presidio.
En la República hay actualmente más de 23.000 presos en las cárceles, los expertos aseguran que una cifra de 22.000 ya resulta crítica paras las condiciones existentes.
El jefe del sistema penitenciario, Jiří Tregler, reveló que en estos momentos hay 5.000 personas buscadas por la ley y que en caso de que sean enviadas a prisión no dispone de celdas.
