Los productores de leche checos buscan tomar el control de su producción
Los productores lecheros checos tienen pocas razones para estar conformes. Las últimas cifras de la Unión Europea muestran que están obteniendo los precios más bajos por su producto con respecto a los 28 países miembros de la UE. El precio medio de los productores checos en diciembre llegó a 26,40 euros/100 kg en comparación con la media de la UE que es de 32,03 euros/100 kg. Los agricultores checos afirman que sus costos de producción no son muy inferiores a los que se aplican en el resto del continente.
El plan todavía está en proceso. El tamaño y el lugar donde se ubicará la lechería no ha sido decidido. La opción de que la central se cree desde cero o sea comprada por un operador ya existente también está en el aire. No obstante, la Asociación Checa de Agricultores pretende tener el proyecto en marcha antes de 2020.
Se espera contar con el respaldo del ministro de Agricultura, Marian Jurečka, quien se ha ofrecido a ayudar a la asociación a negociar préstamos con bancos y ofrecer garantías para cubrir las necesidades de endeudamiento. Jurečka señala que los productores de leche checos están mal posicionados en comparación con Alemania o los Países Bajos, donde la mayoría de los ganaderos también poseen sus propias lecherías o forman parte de colectivos que lo hacen.
Hay alrededor de 40 lecherías en la República Checa. Las más grandes son parte del grupo Madeta, que durante 110 años ha dominado el mercado checo de productos lácteos. Alrededor de un cuarto de su producción final está destinada a la exportación, a menudo a Oriente Medio. Las industrias lácteas de Tatra y Olma Olomouc pertenecen al imperio agroquímico del ministro de Finanzas y líder de ANO Andrej Babiš.