Preocupación entre los granjeros checos en el mercado de la leche

Foto: ČT24

La liberalización del mercado de la leche en Europa y el fin de la producción por cuotas no ha tenido los efectos esperados, con los precios de la leche bajando y los granjeros perdiendo dinero. El mercado de las exportaciones está teniendo resultados inferiores a lo esperado y los compradores aún están pagando altos precios.

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La Unión Europea, desde los años setenta y ochenta, ha desarrollado la Política Agraria Común, que establecía topes de producción de la leche para evitar los excesos en el mercado. Desde abril, esta política se ha abandonado puesto que el objetivo era que los granjeros europeos produjeran todo lo que quisieran y que el exceso de leche fuera colocado en mercados extranjeros.

China y otros países asiáticos, que eran lugares donde se esperaba incrementar las ventas, han avanzado en la producción de su propia leche. Además, las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia debido al conflicto en Ucrania y Crimea el verano pasado, han provocado que no sea posible exportar a ese país. El resultado es la sobreproducción y caída de los precios de la leche, lo cual están pagando los granjeros.

Cifras de la Comisión Europea de finales de mayo muestran que el promedio de precios de la leche cayó en 2015 alrededor de un 25% en comparación con el año anterior. El descenso de precios en el caso de la República Checa ha sido más bajo, pero también porque los precios ya eran más bajos que la media europea. Cerca del 40% de la leche checa es exportada y el resto se consume en el mercado interno, así que la bajada de precios a nivel europeo es un factor de peso también.

La semana pasada, la Cámara de Agricultura Checa pidió que se llevasen a cabo acciones a fin de minimizar el impacto de esta situación y reclamaron la promoción de las exportaciones, la compra de leche y sus derivados por parte del Gobierno y la intervención para incrementar los precios. El Ministro Checo de Agricultura, Marian Jurečka, ha declarado que introducirá estos temas en la próxima reunión de los ministros de agricultura de la Unión Europea.

Para los granjeros checos es muy irritante que, en la actual situación de los mercados, los supermercados no hayan bajado los precios, la mayoría de los consumidores siguen pagando unos 70 céntimos de euros por el litro de leche, más o menos el mismo precio que hace un año, así que hay una pequeña posibilidad de que de que parte de la producción extra pueda ser asumida por el mercado interno. Los granjeros afirman estar vendiendo el litro de leche por menos de 30 céntimos de euro, de modo que los márgenes de beneficio son menores de lo esperado.