Los habitantes de Vrbětice siguen a la espera de indemnizaciones
Los habitantes de Vrbětice, donde ocurrieron las explosiones en 2014 en las que murieron dos personas, siguen a la espera de indemnizaciones por los daños sufridos. Algunos llevan más de seis años sin poder acceder a sus terrenos y aprovecharlos.
Por un lado, la guerra diplomática que ha estallado entre Chequia y Rusia tras informar las autoridades checas sobre el involucramiento de agentes rusos en las dos explosiones en Vrbětice en 2014. Por otro, las consecuencias que los sucesos tuvieron y siguen teniendo en los habitantes del pequeño pueblo de Moravia del Sur, situado a unos 20 kilómetros de la frontera con Eslovaquia.
De acuerdo con Hana, quien trabaja en una tienda del pueblo, la reapertura del tema ha sorprendido a muchos.
Otros, incluidas las familias de las dos víctimas, Vratislav Havránek y Luděk Petřík, preferirían no volver a abrir las heridas del pasado. Al ser interrogadas por la Televisión Checa, no quisieron ofrecer comentarios sobre el significado que tiene para ellos el hecho de que, finalmente, no se tratara de una negligencia, sino de un acto criminal.
Uno de los bomberos voluntarios del pueblo, quien acudió al sitio de las explosiones, ofreció sus recuerdos a la Radio Checa.
“Soy un bombero de aquí pero no puedo decirles mucho, porque ya entonces fue un infierno cuando dijimos la verdad, de que nos habían enviado a la muerte. Si estuvieran en el sitio donde estuve yo, verían que no fue nada agradable. Si nos hubiéramos quedado un minuto más, habría sido nuestro fin. Estábamos a un kilómetro de la explosión cuando sucedió y se nos cayeron los cascos. Los teníamos atados e igual se nos cayeron de la cabeza. No fue nada bonito”.
Tras más de seis años de los eventos que, literalmente, sacudieron la vida de cientos de personas, los habitantes de Vrbětice y de los pueblos vecinos siguen esperando recibir compensaciones por los daños sufridos. Las únicas indemnizaciones que han sido pagadas son unos 120 euros por persona que recibieron todos los que tuvieron que ser evacuados.
No obstante, según explica otra de las habitantes de Vrbětice, para muchos, los daños se han extendido durante años.
“La gente tiene propiedades allí, sus terrenos. Y creo que tienen miedo de ir. Yo no me atrevería porque nunca lo van a limpiar bien”.
Uno de ellos es Dalibor Olšák, propietario de unas 120 hectáreas de bosque. Una quinta parte se encuentra en la zona de Vrbětice. La madera que planeaba extraer hace siete años se quedó en su sitio, desvalorizada por las metrallas de la explosión. La mayoría del bosque dentro del área afectada ha sido declarada ‘zona prohibida’ por la Policía. Al no poder acceder al terreno, Olšák ha solicitado al Estado la posibilidad de venderlo o intercambiarlo. No obstante, las autoridades no han aceptado su solicitud de indemnización y le han dicho que se dirija al causante del accidente, según afirma Olšák. Algunos habitantes han recuperado sus terrenos pero sin la posibilidad de aprovecharlos, explicó para la Radio Checa el alcalde del pueblo vecino de Lipová, Miloslav Svárovský.
“Les devolvieron los terrenos a los ciudadanos con la recomendación de no cultivarlos y sin permitirles el arado de tierras agrícolas. Y en la silvicultura no se podía usar maquinaria pesada porque no se había realizado un análisis pirotécnico a fondo, por lo que aún existe el riesgo de que pueda haber munición en el sitio y la verdad es que sí la hay”.
Los daños ocasionados a los pueblos de la zona se extienden más allá de los terrenos de propietarios individuales. No solo por la explosión sino también debido al uso de maquinaria militar, quedaron destruidos caminos forestales y carreteras locales, forzando a personas a tomar caminos más largos para ir al trabajo, por ejemplo, como explica Svárovský.
“Los habitantes de aquí que trabajan, por ejemplo, en Louka, normalmente viajarían unos siete kilómetros. Pero al tener que rodear la zona, se trata un viaje de 22 kilómetros. Eso es una gran diferencia y, en seis años, un monto considerable de dinero”.
En vista del peligro que supusieron las explosiones y los daños sufridos, los alcaldes de los pueblos vecinos de la zona consideran que las indemnizaciones pagadas hasta el momento han sido insuficientes. En un esfuerzo para rectificar la situación, firmaron el lunes una llamada conjunta con diez demandas. Una de ellas es también que se realice un análisis pirotécnico meticuloso para garantizar que la zona es segura.
