Los guantes arrojados de Ewald Osers

La traducción es un guante arrojado, dice Ewald Osers, uno de los más importantes traductores británicos de la literatura checa. Al encontrarse con ese señor menudo de pelo blanco que echa a su alrededor chispas de vitalidad, uno no adivinaría que Ewald Osers celebró ya su 85 cumpleaños.

Ewald Osers personifica lo complicado de la historia centroeuropea del siglo 20, siglo de dos Guerras Mundiales, de cambios de regímenes políticos, de expulsiones de sus tierras a gente inocente. Ewald Osers, un judío alemán de Praga, intelectual que se había refugiado ante los nazis en Inglaterra, ciudadano británico que hasta hoy día habla un checo impecable, traductor y poeta, hombre al que el presidente checo Václav Havel le otorgó la medalla al mérito. El único Premio Nobel checo de Literatura, el poeta Jaroslav Seifert, apuntó que a Ewald Osers le agradecía el galardón, ya que sus traducciones al inglés estaban a disposición de la Comisión de Estocolmo en el momento de decidir.

Ewald Osers nació el 13 de mayo de 1917 en Praga. Su madre era austríaca y nunca llegó a aprender bien el checo. Su padre, a pesar de proceder de una familia praguense, pertenecía a la generación que estudiaba en escuelas y universidades alemanes. Así que en casa de Ewald Osers se hablaba alemán, y el alemán fue la primera lengua del traductor a pesar de que escuchaba desde pequeño el checo.

Praga era entonces un centro donde se conjugaban las culturas checa, alemana y judía, las que formaban un conjunto entrelazado. Algunos historiadores afirman, no obstante, que estas tres culturas existían separadas: a los alemanes les pertenecía la calle Na Príkope, a los checos la Avenida Nacional y los intelectuales judíos se reunían en el café Arco en la calle Hybernská.

Sin embargo, éste no fue el caso de la generación de Ewald Osers. Su generación intentaba acercarse e integrarse a la cultura checa. Osers era miembro del conjunto del teatro Deutsche Studenten Buhne - Escena Estudiantil Alemana - que procuraba entablar contactos con las escenas checas.

Ewald Osers cursó escuelas alemanas y en 1935 ingresó en la Universidad Alemana de Praga. Ahí empezó a estudiar química, lo que consideraría más tarde un error. Era el único judío en su curso. Este hecho en sí no significaría nada, pero todos los demás estudiantes eran nazis: algunos incluso poseían carnet del Partido Sudetoalemán de Konrad Henlein que se empeñaba por la separación de las regiones fronterizas de Checoslovaquia y la adhesión de las mismas al Tercer Reich de Adolfo Hitler. Al concluir el sexto semestre, en el año 1938, Osers decidió escribir su tesis doctoral en Inglaterra, enviarla posteriormente a Praga y de esta manera evitar los fastidios que le causaban sus colegas de estudios. En otoño del mismo año partió para Londres. Allí lo cogió el anuncio sobre la firma del Acuerdo de Munich, a base del cual Checoslovaquia perdió los Sudetes, la ocupación de su patria por los ejércitos de Alemania nazi y el principio de la Segunda Guerra Mundial.

Inglaterra se convirtió en el segundo hogar de Ewald Osers. Empezó a estudiar el ruso, la literatura rusa y la filología comparativa de lenguas eslavas. Pero le hacía falta también ganarse la vida. Un amigo inglés le mostró un anuncio del periódico en que la BBC buscaba un locutor y traductor del alemán. Osers postuló para el puesto, aprobó el examen de traducción, pero en el examen de locutor falló. Tenía acento praguense y la BBC prefirió a candidatos con acento prusiano.

Sin embargo, dentro de quince días Osers obtuvo de la BBC un telegrama. Le ofrecieron un puesto en el servicio de escucha, en el que trabajó durante toda la Segunda Guerra Mundial. Primero para monitorear las noticias en alemán, posteriormente en checo. Pasó a ser jefe del equipo alemán, y acabada la guerra del equipo checo. Más tarde trabajaba en el departamento que se encargaba de redactar cada día un folleto en el que se anotaban las emisiones de programaciones radiofónicas extranjeras. No se trataba sólo de noticias, sino también de discursos políticos y programas de agricultura.

¿Pero cómo fue el camino de Ewald Osers hacia la literatura checa? De la poesía lírica checa se enamoró como estudiante. Ya en la escuela secundaria tradujo al alemán los primeros poemas de los poetas checos Josef Hora y Frantisek Halas, pero sobre todo del hoy casi olvidado poeta Ondra Lysohorský, quien escribía en un dialecto de Moravia Nororiental. Las traducciones fueron publicadas en el suplemento del domingo del periódico Prager Presse.

Más tarde Ewald Osers se adhirió al grupo poético Blok - Bloque que publicaba una revista trimestral. Allí aparecieron, a parte de sus traducciones, también unos poemas suyos. Ewald Osers era el segundo miembro más joven del grupo, el más joven era Lumír Civrný, que luego se dedicaría a la traducción del español al checo.

En 1945 Ewald Osers publicó la primera antología poética contemporánea checa en inglés - Modern Czech Poetry. Entonces, el papel estaba racionado y para que se pudiera publicar el libro, el ministro de Relaciones Exteriores checoslovaco, Jan Masaryk, tuvo que solicitar papel a la Oficina británica responsable de su racionamiento.

Encontrar en Inglaterra, durante la guerra, los originales de los poemas, resultaba sumamente difícil. La selección de las traducciones publicadas en la Antología es así resultado de una serie de casualidades. Fueron escogidas entre los pocos ejemplares que se llevaron a Gran Bretaña los emigrantes checos, por ejemplo el escritor Viktor Fischl. Los textos que Ewald Osers escoge para traducir tienen que representar para él un desafío al que vale la pena enfrentarse. La lista de sus traducciones al inglés incluye hoy unos 130 libros, de prosa y poesía, entre los que figuran las obras filosóficas de Martin Heidegger, los Recuerdos de Tibet de Heinrich Harrer y una serie de autores checos.

Además de los poetas Frantisek Halas y Josef Hora, a quien Ewald Osers considera uno de los más grandes líricos checos destacando sus poemas "El tren soñador" o "El cielo sobre Eslovaquia", el traductor dedicó su atención en los años setenta a Jaroslav Seifert. Publicó la traducción completa de sus antologías poéticas "Columna de Peste" y "Paraguas de Picadilly".

Después de que en 1984 la Academia sueca concedió al poeta checo el Premio Nobel de Literatura, Ewald Osers publicó una Antología de la obra de Jaroslav Seifert que incluía poemas de las antologías "Mamá", "Concierto de la isla", "La fundición de las campanas" y fragmentos del libro de recuerdos "Toda la belleza del mundo".

En los años ochenta, Ewald Osers traducía la obra de Miroslav Holub, un poeta checo de renombre mundial, pero desapercibido en su país de origen. Además presentó al lector inglés los poemas de Josef Hanzlík, Karel Sýs, Michal Cerník y Jaroslav Cejka. Y para nombrar también autores de prosa, indiquemos a Jirí Mucha, hijo del famoso pintor Alfons Mucha, y el antiguo escritor disidente Ivan Klíma.

Penetrar en el mercado británico del libro con una traducción es una tarea ardua, a pesar de que la situación mejoró considerablemente después del éxito que cosecharon Gabriel García Márquez y Umberto Ecco. Ewald Osers es uno de los incansables que con su afán contribuyen a superar las fronteras lingüísticas entre las naciones.

En 2001, Ewald Osers, quien además del checo, traduce de eslovaco, alemán, búlgaro y macedonio, fue condecorado con el galardón "Premia Bohemica" que se otorga a los bohemistas extranjeros por promover la literatura checa en su país.

Una de las últimas obras checas que Ewald Osers adaptó al inglés fue la novela de Arnost Lustig "Los hermosos ojos verdes". El tema central de la novela "La guerra". La misma guerra que ha barrido las cartas del destino de millones de europeos y que, según espera Ewald Osers, jamás se repetirá.