“Los futbolistas checos van como motos”

José Antonio Romera, foto: Archivo del Dukla de Praga

José Antonio Romera es uno de los dos españoles que han llegado a la liga checa de fútbol este año. El lateral derecho, que jugaba en el Gandía de la Segunda División B española, engrosa desde este verano las filas del Dukla de Praga, un histórico del fútbol checo que acaba de regresar a Primera. Aparte de los problemas de comunicación obvios, acostumbrarse a la forma de jugar al fútbol en Chequia es su gran reto.

José Antonio Romera,  foto: Archivo del Dukla de Praga
José Antonio Romera, que este sábado cumple 25 años, nunca había jugado en ningún club lejos de la ciudad en la que nació, Chirivella, a pocos kilómetros de Valencia.

Toda su carrera transcurrió entre el Levante B y el Gandía, de Segunda B, pero en el momento justo tuvo la oportunidad de dar un giro a su trayectoria, cuenta.

“La verdad es que estaba muy cómodo y estuve allí cuatro años. Aunque he acabado un poquito mal por el tema económico, pero como en la mayoría de los clubes de Segunda B en España. Creo que después de esos cuatro años quería salir, quería cambiar de aires. Me salió esta oportunidad y pensé que tenía que aprovecharla sí o sí”.

Su representante le propuso unas pruebas con el equipo praguense. Vino, estuvo con el equipo unos días, gustó, y le ofrecieron quedarse. Ahora es uno de los pocos jugadores internacionales del equipo.

Luboš Kozel y José Antonio Romera,  foto: Archivo del Dukla de Praga
De momento solo ha tenido la oportunidad de jugar un partido de Copa y varios minutos en liga. Pero su entrenador, Luboš Kozel, le había avisado que no lo tendría fácil de inicio.

“He empezado sin jugar. Me lo dijo el entrenador que tenía que ir ganándome el puesto. La verdad es que el equipo empezó muy bien porque jugamos contra Sparta y Liberec y los dos partidos los fuimos ganando, aunque el Sparta nos empató al final y el Liberec nos remontó también, pero la verdad es que el equipo ha empezado muy bien. Ahora llevamos un par de partidos que no están saliendo tan bien las cosas. Pero bueno, yo estoy esperando mi oportunidad, y en cuanto me llegue, pues a aprovecharla al cien por cien”.

Josef Masopust,  foto: Jan Kaliba
El Dukla de Praga, equipo del Ejército en sus orígenes, ganó la liga checoslovaca en ocho ocasiones e incluso disputó las semifinales de la Copa de Europa en su época dorada en las décadas de los 50 y 60, y el mismo Josef Masopust, Balón de Oro de 1962, vestía la camiseta amarilla y roja.

Este año recién ascendidos a Primera, se encuentran de momento en la posición 11 de la tabla después de seis jornadas, con una victoria y tres empates.

José Antonio Romera no se extraña de haber tenido por el momento pocos minutos.

“A mí no es que me guste, pero lo veo más o menos normal, porque vienes aquí a una cultura nueva, a un idioma nuevo, etc. Parece que no, pero la comunicación con los compañeros es muy importante en un partido. Necesitas poder comunicarte perfectamente con el compañero que tienes a tu izquierda, a tu derecha, delante, detrás... Y saber entender lo que te van a decir porque eso te va ayudar un montón. Entonces esa parte no me extraña. El estilo de juego aquí es distinto y esto es Primera División. Yo vengo de estar en Segunda B, que es España, pero sigue siendo Segunda B. Aquí he venido a ganarme el puesto”.

José Antonio Romera
El fútbol es también otro idioma en sí que cambia de un país a otro. A José Antonio Romera le toca ahora aprender lo más rápido posible el fútbol del lugar.

“Yo creo que en España el fútbol es más táctico, se premia más el intentar elaborar. Aquí hay más balones largos pero no creo que sea sólo eso, sino que, por ejemplo, todo el equipo sube y todo el equipo baja. Cuando robas el balón es contraataque, cuando te lo roban es contraataque… No quiere decir que sea un juego de pelotazo sino que es mucho más rápido, las transiciones de juego son mucho más rápidas, eso es lo más diferente que veo”.

En su posición en concreto, nota mucho José Antonio la diferencia de ese estilo de juego distinto.

“A diferencia de cómo yo jugaba en Gandía, aquí el lateral tiene que estar subiendo y bajando todo el partido. Cuando atacas, tienes que atacar con tu interior, o doblarlo, o estar ahí y hacer jugada con él. En España era más únicamente defender, y si subías, a lo mejor lo hacías cuatro veces en cada parte. Aquí tienes que estar todo el partido yendo y viniendo. Físicamente están como motos, mejor que en España en Segunda B. No sé el nivel que tendrán en Primera en España, pero mejor que en Segunda B aquí sí que es”.

Los españoles en la República Checa muchas veces comparan la liga de su país con la Gambrinus y debaten sobre en qué división española jugaría este u otro equipo de la checa. Pero eso es simplificar demasiado, piensa José Antonio.

“El año pasado quedó aquí campeón el Liberec. Pues yo no sé si el Liberec enfrentándose a… al Madrid, Barça y todo eso no, pero tendría que verlo enfrentándose al Osasuna, al Betis, enfrentándose a equipos normales, digamos, para ver el nivel. El fútbol es distinto y no tiene por qué ser peor ni mejor. A lo mejor lo que tienen aquí de carencias lo suplen con otra cosa, con el físico o con lo que sea”.

En todo caso, lo que no es comparable son los medios y la mentalidad de su nuevo club, comparado con el Gandía de donde venía. El Dukla es un equipo de primera.

Foto: Archivo del Dukla de Praga
“Es mucho más profesional por ejemplo, en cuanto al tema de instalaciones, en cuerpo técnico, de la preparación. Por ejemplo, el entrenador que yo tenía en Gandía estaba muy bien preparado, había entrenado en el primer equipo del Valencia, había debutado con el Valencia, había estado tiempo con el filial. El entrenador físico también había estado en Primera División y en Segunda, o sea que la preparación era buena, pero aquí hay mucho más material. Se emplea mucho más tiempo, instalaciones, etc. Todo es mucho más profesional que en mi equipo de Segunda B de España”.

En el vestuario de momento todo bien con sus nuevos compañeros, pero sin duda hay un gran obstáculo de momento insalvable: el checo.

Foto: Christopher Bruno / Stock.XCHNG
“El vestuario lo que yo veo, lo que percibo, es que hay súper buen ambiente. Todo el mundo se lleva bien, todo el mundo es amigo de todo el mundo. La verdad es que la relación de los compañeros es fenomenal, lo que pasa que a mí me cuesta porque no tengo ni idea de checo, es imposible aprenderlo. Pero bueno, lo percibes en el ambiente, en cómo ves a la gente tratándose. Cada uno se lleva mejor con ciertas personas, pero el ambiente es muy sano”.

El próximo partido del Dukla de Praga es a domicilio contra el České Budějovice, actual colista del campeonato. Una victoria sería un bonito regalo de cumpleaños para José Antonio, especialmente si es con él sobre el césped.