Los claveles florecen en el país de terciopelo 50 años después

Exposición 50 pasos hacia la libertad

Chequia se suma a las celebraciones de la recuperación de la libertad en Portugal el 25 de abril de 1974. Medio siglo después, RPI conversó sobre la Revolución de los Claveles en Portugal y la de Terciopelo en Checoslovaquia con el embajador portugués en Praga, Luís de Almeida Sampaio, y la directora del Instituto Camões en Praga, Gilda Machado.

Gilda Machado | Foto: archivo  personal de Gilda Machado

La música de Zeca Afonso acompañó al pueblo portugués en su lucha por la libertad y la democracia el 25 de abril de 1974 y 50 años después volvió a sonar en la ciudad de Praga, recordando los valores que unen la sociedad portuguesa con la checa. Así, se pudo escuchar este mes de abril en Praga la música portuguesa, según contó la directora del Instituto Camões en Praga, Gilda Machado.

“Sabemos que la música tuvo un papel muy importante en el inicio de la revolución. La música de Paulo de Carvalho E Depois do Adeus o Grândola Vila Morena de Zeca Afonso fueron señales para que los capitanes, las personas envueltas en la revolución entendieran que la revolución había comenzado. Esta música fue emitida en la radio”.

Entre Franco y Salazar

“Confieso que no hay muchos países que van a presentar esta exposición. Praga fue una de las ciudades que decidió acogerla”.
Gilda Machado

La sesión musical tuvo lugar en el Instituto Cervantes de Praga que, al mismo tiempo, presenta hasta el día 4 de mayo la exposición titulada 50 pasos hacia la libertad. Es decir, que también la comunidad española en Chequia no deja de recordar este hito histórico. Al inaugurar dicha exposición, el embajador de España en Praga, Alberto Moreno Humet, dijo: “Recuerdo que al año siguiente (a 1974) visité Portugal por primera vez y fui a Lisboa, me fui a Lisboa a respirar la libertad y fue un viaje para mí muy emotivo porque veía que una dictadura podía caer y que la mía también caería”. Más detalles sobre la exposición dio Gilda Machado.

Exposición 50 pasos hacia la libertad | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“Confieso que no hay muchos países que van a presentar esta exposición. Praga fue una de las ciudades que decidió acogerla. La exposición 50 pasos hacia la libertad: de la dictadura al 25 de abril en una selección de 50 imágenes, 50 pasos, pretende mostrar el período entre septiembre de 1968 y julio de 1974. Presenta varios momentos que llevaron a la caída del régimen salazarista y la implementación y la transición al régimen democrático”.

En 1989 todo era posible

Biblioteca Václav Havel | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

Hace dos años, con motivo de la presidencia de Portugal de la UE, la Embajada de Portugal en Praga organizó en la Biblioteca Václav Havel un ciclo de conferencias sobre el tema de las similitudes y las diferencias entre la Revolución de los Claveles y la Revolución de Terciopelo que aconteció 15 años después. Algunas ideas surgidas entonces se quedaron en la memoria del embajador portugués en Praga, Luís de Almeida Sampaio.

Luís de Almeida Sampaio en Radio Praga Internacional | Foto: Khalil Baalbaki,  Český rozhlas

“La Revolución de los Claveles fue la primera de lo que los politólogos llaman ‘la tercera ola de revoluciones’. Después de la Revolución de los Claveles sucedió cierto número de revoluciones en Europa, pero no solamente. El caso más cercano a nosotros es la Transición a la democracia en España que ocurrió inmediatamente después. Una década y media después otra ola de revoluciones empezó finalmente con la Revolución de Terciopelo en Checoslovaquia, hoy República Checa”.

Memorial a la Revolución de Terciopelo | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

El embajador recuerda que durante la Revolución de Terciopelo apenas comenzaba su carrera diplomática, ejerciendo su primera misión en Bruselas, en la delegación portuguesa en la OTAN. Hablando del mes de noviembre de 1989, no puede olvidarse de mencionar también la caída del muro de Berlín.

“Ese momento fue extraordinario. Quiero decir, la historia no se hacía cada día, era cada hora, cada minuto. (Sucedían) sosas que nadie se imaginaba que serían posibles. Todo era posible de nuevo. Yo viví eso con mucha intensidad. En la revolución portuguesa del 1974, yo era un jovencito, tenía 17 años. Y fui uno de los fundadores de la Juventud del Partido Demócrata Cristiano”.

Memorial a la Revolución de Terciopelo | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“La democracia no es perfecta, la democracia no es garantía de prosperidad. La democracia solamente nos garantiza la libertad. Pero la libertad no tiene precio”.
Luís de Almeida Sampaio

Siendo un diplomático joven, y acompañando al Secretario General de la OTAN en su viaje a Moscú e integrando una delegación internacional que visitaba los países de Europa Central y antiguo Bloques Soviético que se abrían el paso hacia la comunidad europea, el embajador se encontró también con el entonces nuevo presidente checoslovaco, Václav Havel.

Retrato de Václav Havel | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“La percepción de un hombre como el presidente Havel era la percepción de que se estaba delante de un intelectual que también era político. Pero, sobre todo, era un hombre de pensamiento, un hombre de filosofía, de una gran profundidad humana e intelectual. Y, después, político porque las circunstancias impusieron que fuese político. Pero no se sentía cómodo así como político, quería que eso terminase pronto para seguir su vida intelectual. Es lo contrario de la mayoría de los políticos porque son políticos y, a veces, intentan sonar como intelectuales”.

Plaza Václav Havel en Praga | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

La revolución no se hace en un día

La ciudad de Lisboa | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

Mientras que en 1974 Portugal empezó a liberarse de un liderazgo de ultraderecha y conservador, Checoslovaquia salía en 1989 de un poder comunista dirigido por Moscú. También hubo diferencia en el propio impulso de las revoluciones que, en el caso de Portugal, se formó entre las Fuerzas Armadas, agotadas por las guerras coloniales, mientras que en Checoslovaquia era un levantamiento cívico, como dice el embajador.

Una increíble similitud, no obstante, se produjo en el carácter pacífico de ambos acontecimientos.

Puente 25 de abril en Lisboa | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“Fueron dos revoluciones pacíficas, no hubo derramamiento de sangre y eso es muy interesante porque todos los componentes para que hubiese un gran derramamiento de sangre estaban ahí. No fue el caso en Portugal, no fue el caso en Checoslovaquia. Y después, algo que es fundamental, las dos revoluciones abrieron el camino para la reintegración del pueblo portugués y también de los checos y eslovacos en la gran familia europea”.

Portugal estaba aislado en términos internacionales antes del 25 de abril de 1974. Checoslovaquia no tanto, sin embargo, se encontraba en el Pacto de Varsovia, y, por tanto, aislada también de las tendencias democráticas occidentales.

“Hay mucha fantasía de que la revolución se hace en un día. Claro que no fue así,” explica el embajador Sampaio y agrega que Portugal, después de la revolución, estaba amenazado por la izquierda radical. La consolidación de la democracia, según él, se produjo, finalmente, cuando el país presentó su candidatura a la UE en 1976 y entró 10 años más tarde. Lo mismo, dice, sucedió en Chequia.

Luís de Almeida Sampaio en Radio Praga Internacional | Foto: Khalil Baalbaki,  Český rozhlas

“La razón era política, proteger la joven democracia portuguesa de las tentaciones totalitarias. Lo mismo sucedió en Checoslovaquia. Cuando empieza el proceso, el camino de Checoslovaquia a la UE, las razones inicialmente son políticas. Y son las mismas: proteger la democracia. Solamente en un segundo momento las prioridades empiezan a ser económicas”.

Admite el embajador que en las dos sociedades se pueden sentir hasta el día de hoy “síntomas postcomunistas y postsalazaristas”, “la nostalgia de un pasado que nunca ha existido”. No obstante, cuando reflexiona sobre el futuro político y social de Chequia y Portugal, dice, está muy tranquilo y optimista porque después de las revoluciones nacieron, según él, las generaciones, jóvenes que son “perfectamente europeos”, es decir, que se sienten en toda Europa como en casa gracias los programas Erasmus, las fronteras abiertas o conexiones aéreas accesibles.

Los amantes de la libertad

El embajador portugués,  Luis de Almeida Sampaio en RPI | Foto: Khalil Baalbaki,  Český rozhlas

A su vez, siente que la mayoría de los portugueses y los checos están involucrados en la lucha por la democracia, la libertad y la independencia intelectual a nivel internacional, sabiendo que esta lucha no tiene fin y que, hoy en día, se enfrenta a muchos riesgos como la desinformación.

“La democracia no es perfecta, la democracia no es garantía de prosperidad. La democracia solamente nos garantiza la libertad. Pero la libertad no tiene precio. Yo prefiero ser pobre y libre que rico y esclavo. Para mí es evidente. Es necesario luchar en este sentido todos los días. Creo que las revoluciones, la portuguesa y la de Terciopelo, contribuyeron decisivamente a la creación de esta mentalidad. Estoy muy orgulloso de ser embajador en República Checa, poder convivir con los checos que son un pueblo admirable y, sobre todo, muy amante de la libertad”.

Gilda Machado | Foto: archivo  personal de Gilda Machado

Por último, tanto la Revolución de los Claveles como la Revolución de Terciopelo tuvieron como uno de sus símbolos las flores. Según contó Gilda Machado, mediante las flores y sus portadores, Chequia y Portugal siguen teniendo un vínculo desde hace décadas hasta la actualidad.

“Incluso, uno de los estudiantes que vino a Praga fue José Pedro Aguiar-Branco que es hoy el presidente de la Asamblea de la República en Portugal. Él estuvo aquí en Praga con más estudiantes portugueses que vinieron a demostrar solidaridad con los estudiantes checos y trajeron muchas rosas y las distribuían a las personas que asistían a la manifestación en las calles”.

Este jueves, 25 de abril, se celebrará en el Instituto Cervantes de Praga una conferencia dedicada a la percepción de la Revolución de los Claveles en la Checoslovaquia de 1974, seguida por la proyección de la película Salgueiro Maia – El implicado. Los Institutos Cervantes y Camões, sin embargo, prepararon un ciclo de cine que se prolongará durante todo el año. La Revolución de los Claveles también será recordada en el Festival Lusófona o en el ciclo de conferencias Roads to Democracy, planeado para octubre en colaboración con el Instituto Polaco, el Cervantes o la Embajada de Países Bajos.