Los checos redescubren los encantos del matrimonio

Foto: archivo de Radio Praga

El número de nuevas bodas en la República Checa volvió a crecer después de varios años de una cierta crisis de los matrimonios. El año pasado se casaron unas 46.000 parejas, 2.000 más que en 2013. También se incrementó la suma de dinero que las personas están dispuestas a pagar por las nupcias.

Foto: archivo de Radio Praga
Cada vez más parejas en Chequia deciden casarse. En comparación con los últimos 10 años cuando la mayoría de las parejas preferían vivir juntas sin casarse, durante los pasados 24 meses se registró un ‘renacimiento’ de los matrimonios. En 2014 se celebraron unas 46.000 nupcias. No obstante, si lo comparamos con la cantidad de matrimonios que se contraían anualmente a comienzos de los años 90 por ejemplo, unos 90.000, mucho queda por desear todavía.

El mundo va cambiando y con él las costumbres de cada sociedad. En los dos últimos decenios, por ejemplo, prevaleció el número de personas que preferían vivir solas o en una relación de cohabitación, para dedicarse más a su carrera profesional y sus aficiones. Se postergó también la edad en que las personas deciden casarse. Mientras que en los años ochenta las mujeres checas entraban en matrimonio a más tardar a sus 25 años de edad, actualmente lo hacen entre los 29 y los 30 años.

La postergación de la edad para casarse, así como el bajo número de nupcias es resultado asimismo de la inestable situación socio-económica de las parejas en la actualidad, dicen los sociólogos. Por otra parte, aproximadamente la mitad de las parejas que en 2014 contrajeron matrimonio, pagaron unos 1.840 euros por su boda.

Martin Potůček,  foto: Vendula Kosíková,  Radiodifusión Checa
Como indica no obstante el sociólogo y economista, Martin Potůček, el gran número de personas que hace unos 40 años contraían matrimonio se debió en gran medida al hecho de que el Estado tenía programas de apoyo a los jóvenes cónyuges.

”Hace unos 40 años muchas parejas se casaban por ejemplo, para obtener un préstamo sin intereses o un piso. Porque en aquel entonces una de las condiciones para que las jóvenes parejas obtuvieran el decreto para un apartamento, de los que la aplastante mayoría eran propiedad del Estado, era estar casados”.

La postura frente al tema de los matrimonios no es unívoca. Mientras que una parte de los especialistas señalan que el Estado debería adoptar medidas para incentivar el interés de las jóvenes parejas por casarse y tener hijos después de contraer el matrimonio, otros insisten en que la boda no garantiza la felicidad y tampoco que la pareja permanezca unida. Sin embargo, según demuestran las estadísticas, junto con un mayor número de nupcias, el año pasado disminuyó la cantidad de divorcios. En Chequia se divorciaron 26.800 cónyuges, unos mil menos que en 2013.

Foto: archivo de Radio Praga
Marie Nováková, activista del proyecto Semana Nacional del Matrimonio, afirma que los programas oficiales en apoyo al matrimonio son importantes, pero que lo fundamental depende de la propia pareja, de su capacidad y disposición de cultivar su relación.

”El Estado hizo muchas cosas y promovió diversos proyectos en ayuda a los jóvenes matrimonios. También en la actualidad podría ayudar a las jóvenes parejas, especialmente a las que tienen hijos, a conseguir una vivienda. Pero ninguna ayuda oficial puede garantizar que habrá más bodas y menos divorcios, como lo demuestra la experiencia de Suecia y Luxemburgo por ejemplo. Una buena relación entre una pareja requiere una permanente inversión de las dos partes en forma de tiempo, entendimiento, cariño. Porque el matrimonio es un sistema que requiere mantenimiento y desarrollo permanente”.

Los sociólogos aplauden el crecimiento del número de personas que deciden casarse. Afirman que hasta el presente nadie ha inventado otra institución que garantice de la misma forma los efectos sociales del matrimonio, como por ejemplo, una mayor estabilidad socio-económica de toda la familia.