Aumentan los matrimonios de checos con extranjeros: las checas los prefieren occidentales
El número de matrimonios contraídos entre checos y extranjeros ha crecido en los últimos años. Según los datos oficiales, la tendencia es además que las checas se casan con occidentales, mientras que los hombres las prefieren de Europa del Este.
El caso de Tereza es cada vez más frecuente. El número de matrimonios entre checos y extranjeros ha pasado de 4.000 en la pasada década a los 5.000 que se celebraron en 2015, según datos del Instituto Checo de Estadística. Se trata sobre todo de mujeres: el año pasado protagonizaron un 70% más de uniones que los hombres.
La nacionalidad favorita para casarse sigue siendo la eslovaca, con proporciones similares entre hombres y mujeres. Pero dejando a un lado a los vecinos de toda la vida, con quienes los checos formaron un estado común hasta 1993, los hombres checos tienden más a elegir como esposa a ucranianas, rusas y polacas. Las mujeres checas, en cambio, prefieren alemanes, estadounidenses y británicos.
En opinión de Tereza, se trata del efecto natural de una mayor apertura al mundo.
“La verdad es que conozco unos pocos casos de chicas que solían decir que estaban buscando extranjeros porque no podían elegir entre los checos. Creo que a lo mejor es algo que si tienes una experiencia en el extranjero, estás influido en general ya por la cultura, y eso te afecta eligiendo tu pareja. Tienes una mente más abierta y luego requieres un poquito más. La verdad es que en mi caso no puedo decir que haya elegido a mi pareja porque no podía elegir entre los checos”.
Por su parte la socióloga Jiřina Šiklová ve entre las razones para esta inclinación hacia Occidente tanto lo cultural como lo económico y social.
“Para nosotros el mundo de ultramar es todavía atractivo. La generación actual creció creyendo que Occidente equivale a libertad, y que la gente vive mejor allí. También hay un importante factor económico, ya que muchas mujeres checas no están interesadas en un hogar donde ambos cónyuges trabajan. No quieren cuidar de los niños, ir al trabajo y limpiar. Y nosotras tenemos la ilusión de que esas cosas no pasan en Occidente”.
Esto no sucede en el caso de los hombres checos, que no son percibidos como una buena adquisición por parte de las mujeres occidentales, opina Šiklová.
“Creo que los hombres checos no son tan atractivos para las mujeres occidentales. En primer lugar por la perspectiva financiera. Los hombres checos han perdido también la imagen romántica de refugiados que tenían en el pasado. Al mismo tiempo, para ellos las mujeres del Este, como las ucranianas, son más atractivas. Está parcialmente conectado con el hecho de que las mujeres de los estados post comunistas están menos emancipadas que las mujeres checas y serán más dependientes de ellos”.Tereza en cambio no cree que la emancipación o no de la mujer en distintos países tenga tanto que ver con este fenómeno.
“A lo mejor el rol tradicional se considera aquí como natural, no se considera tradicional. Es como se dividen naturalmente entre la pareja, y no lo estás pensando. Yo no creo que todos los españoles sean progresistas, que algunos a lo mejor, sobre todo en España, que sí, que respetan a la mujer y no la ven solo como un ama de casa. Pero por otro lado sigue habiendo hombres así en España, supongo. Me parece más un efecto de cómo se está moviendo el mundo, y la gente por Europa”.
Con el número de matrimonios entre checos estancado desde hace años, las uniones con extranjeros conforman una parte cada vez mayor del total, con un 11% en la actualidad.
El número de extranjeros en la República Checa es hoy en día de unos 465.000 personas, según datos del Gobierno. Las escuelas checas y los hospitales de maternidad han registrado también un creciente interés por parte de los ciudadanos extranjeros.