Nacimientos, matrimonios y fallecimientos

Naturalmente, el nacimiento de un hijo es un gran acontecimiento. Los padres generalmente asisten al parto, a diferencia de la época comunista cuando no se les permitía estar presentes.

Foto: Kristýna Maková,  Radio Prague Int.

Después del nacimiento, el hijo debe estar inscrito en el Registro Civil. Por regla general, el sistema checo no permite que el hijo tenga dos apellidos, tal y como es habitual, por ejemplo, en España y Portugal. En comparación con otros países, es inusual que uno de los padres pueda pasar hasta cuatro años en licencia parental tal y como es posible en la República Checa. Las mujeres pueden someterse a un aborto hasta la duodécima semana del embarazo.

La sociedad checa se caracteriza por una baja religiosidad (de acuerdo con el censo realizado en 2001, el 59% de la población se identificó como no creyente). Esto se refleja en muchos aspectos de la vida de la sociedad, por ejemplo, en las opiniones liberales sobre el aborto, las minorías sexuales, pero también en un número relativamente bajo de bautizos y una alta proporción de funerales por incineración (las cremaciones en Praga representan el 97% de todos los funerales).

Foto: Stanislava Brádlová,  Český rozhlas

El modo de celebrar la boda puede variar en diferentes partes de la República Checa. El matrimonio se puede contraer por la Iglesia o por lo civil. Los futuros cónyuges deben haber cumplido al menos 18 años de edad. Las tradiciones nupciales más comunes consisten en romper platos, ya que se supone que los pedazos traen buena suerte, o en arrojar arroz a los recién casados. Se mantienen también varias tradiciones internacionales, como despedidas de soltero, lanzamiento de ramo de flores o el primer baile de los recién casados. Una creencia popular sostiene que las bodas celebradas en mayo traen mala suerte y desgracia a los cónyuges.

Después de la boda, las mujeres suelen aceptar el apellido de su marido complementado con el sufijo -ová. Anteriormente, las leyes checas prácticamente no permitían excepciones a esta regla, pero en la actualidad ya es posible. Existe una gran polémica sobre el cambio de apellidos femeninos en la sociedad checa. Es curioso que el sufijo -ová se agregue de acuerdo con las reglas de la lengua checa estándar también a los apellidos de mujeres extranjeras. Por este motivo, los medios de comunicación checos escriben corrientemente sobre Angela Merkelová, Michelle Obamová o Catherine Deneuveová.

Foto: Kristýna Maková,  Radio Prague International

Las personas del mismo sexo pueden registrarse como pareja. De acuerdo con las encuestas, la opinión pública está a favor de los matrimonios de parejas homosexuales, sin embargo, la ley correspondiente aún no ha sido aprobada por el Parlamento. La adopción de niños por parejas homosexuales no está permitida.

La tasa de divorcios es relativamente alta en la República Checa; según las estadísticas, casi uno de cada dos matrimonios se divorcia (la tasa de divorcios oscila entre el 45% y el 50%).

En caso de fallecimiento, a pocos días se celebra un funeral con una ceremonia seguido de un festín fúnebre. Los invitados se visten de negro y después de la ceremonia dan el pésame a los familiares más cercanos del fallecido. El funeral no suele ser un asunto barato y el funeral más caro es por la Iglesia.

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