Los checos no salen de vacaciones porque temen perder el trabajo
Tomarse cuatro semanas de vacaciones de corrido es cada vez menos habiutal en la República Checa. Según una encuesta un número cada vez mayor de checos opta por dejar sus vacaciones para después, esto quiere decir para el año siguiente o simplemente acortarlas o postegarlas.
“Gracias al sondeo hemos descubierto que muchos checos suelen dejar sus vacaciones para el año siguiente. Concretamente se trata del 37% de los empleados. Además, al 20% les gustaría tener la posibilidad de posponer sus días de descanso pero, el empleador no lo permite, y el 7% no descansa y cobra más dinero. Más de la mitad de los trabajadores no aprovechan sus cuatro semanas de vacaciones“.
Largas vacaciones de tres semanas y más son algo excepcional entre los checos a pesar de que en el marco europeo se trata de algo habitual habitual. Además, cuando los checos deciden ir de vacaciones, no siempre significa que dejan de trabajar y descansan. Según señala Kopřiva.
Más del 50% de las personas entrevistadas trabaja aún estando de vacaciones, pero de manera un tanto más ligera revisando el correo electrónico o atendiendo llamadas“.El objetivo del nuevo sondeo no fue demostrar que los checos no sepan descansar o que sean más trabajadores que las demás naciones, sino señalar, que los empleados checos tienen miedo de perder sus puestos de trabajo en los tiempos de recesión, según afirma Kopřiva.
“La imagen de nuestra época representa a gente que quiere demostrar a sus empleadores lealtad y solidaridad, que la gente quiere trabajar y no necesita tantos días de vacaciones. Todo está vinculado con el desempleo, debido a que los checos trabajan bajo presión y no quieren perder sus puestos de trabajo“.
Cabe mencionar que la mayoría de los empleadores intentan apoyar a sus empleados para tomarse las vacaciones y descansar y algunos incluso otorgan un subsidio financiero para facilitar las vacaciones a sus empleados. Según añade Tomáš Kopřiva, un empleado descansado es mucho más eficaz que uno que decide trabajar sin descanso.
“Colaboramos con muchas empresas y hemos realizado varios estudios. Gracias a ello pudimos deducir que un empleado, que vuelve descansado al trabajo, no comete errores, tiene ideas y piensa de manera positiva“.En el sondeo realizado por la empresa Sodexo Benefity participaron 236 personas de ambos sexos de entre 18 y 65 años.