Los checos llevan 190 años entonando su himno Dónde está mi patria

Mosaico de Jakub Obrovský sobre el tema del himno nacional checo, situado en el Monumento Nacional de Vitkov

La canción Dónde está mi hogar, que se convertiría en el himno nacional checo, se escuchó por primera vez el 21 de diciembre de 1834 en una obra teatral titulada Fidlovačka. El texto de Josef Kajetán Tyl, combinado con la melodía de František Škroup, formó un conjunto armónico que permitió a la canción cobrar vida propia. 

Cuando Josef Kajetán Tyl comenzó a escribir su comedia Fidlovačka, seguramente confiaba en su éxito. Sin embargo, jamás imaginó que lograría un renombre tan importante a nivel nacional. La canción, que habla de la belleza de la patria, se convirtió en 1920 en el himno oficial por decisión del Gobierno. Esta primera parte del himno fue seguida por la primera estrofa del actual himno eslovaco (Nad Tatrou sa blýska). Paradójicamente, el compositor de la melodía, František Škroup, no recibió el reconocimiento que merecía en su país natal. Durante treinta años fue director de orquesta en el Teatro Estatal (Stavovské divadlo), pero tras diferencias con la dirección, fue despedido, por lo que se trasladó a Róterdam como maestro de capilla en la ópera. Al menos, Kde domov můj fue interpretada con una trompeta en su funeral.

Reflexiones sobre la duración y la melodía

Con el paso de los años, el himno ha sido objeto de numerosos arreglos, muchos de los cuales se conservan en el archivo de la Radio Checa. Una de las grabaciones más antiguas es una versión en alemán del himno checoslovaco, interpretada por un coro masculino en los años 30 del siglo XX. Sin embargo, la calidad de la ejecución no es buena, y la melodía difiere considerablemente de la conocida en la actualidad. En 1933 (o 1934) se creó una de las versiones más largas del himno checoslovaco, la cual es extremadamente lenta, pausada y tiene una duración de casi dos minutos.

A lo largo de la historia, tanto individuos como organizaciones han intentado modificar el himno checo. El intento más reciente tuvo lugar en 2018, cuando el Comité Olímpico Checo argumentó que el himno era uno de los más cortos y que, como resultado, los deportistas permanecían poco tiempo en el podio durante las ceremonias de premiación. Por esta razón, encargaron nuevas versiones al compositor Miloš Bok, quien presentó varias propuestas. No obstante, tras un breve revuelo mediático, estas versiones terminaron en el archivo sólo como curiosidades, al igual que los intentos anteriores. Así, la melodía de František Škroup y el texto de Josef Kajetán Tyl permanecen inalterados después de 190 años.

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