Los checos, expertos en el orgasmo femenino
En la época de las persecuciones comunistas más rígidas, los sexólogos checoslovacos centraron su atención en el estudio del orgasmo femenino, adelantándose a la mayoría de sus colegas extranjeros.
Cuanto más retrógradas eran algunas de las prácticas del régimen comunista, más progresistas resultaban las investigaciones de los sexólogos checoslovacos. De acuerdo con la socióloga Kateřina Lišková, autora del libro Sexual Liberation, Socialist style: Communist Czechoslovakia and the Science of Desire, Checoslovaquia experimentó en los años cincuenta cierta revolución sexual antes que la mayoría de los países.
“El país tuvo una evolución sexual muy temprana. Su comienzo fue definitivamente más temprano que en el extranjero. Concretamente, a principios de los años 50, en Checoslovaquia se exploraba el orgasmo femenino, algo inaudito para la época, no sólo en los países de Europa del Este circundantes, sino también al oeste de nuestras fronteras. En Occidente, el orgasmo femenino no se exploró hasta una década más tarde, y en nuestro país, incluso durante esa década, estaban ocurriendo otras cosas progresistas, como la investigación sobre la homosexualidad y la legalización del aborto, así que la década de 1950 en Checoslovaquia fue realmente muy progresista sexualmente. También se aprobaron una serie de leyes progresistas que facilitaron a las mujeres la vida matrimonial y familiar, la vida en pareja”.
De acuerdo con Kateřina Lišková, la investigación del orgasmo femenino se desarrolló en consecuencia con los estudios de la infertilidad femenina y masculina. En aquella época se registró entre un 10% y un 15% de mujeres que no podían concebir. Los problemas con la fertilidad se trataban en el balneario de Františkovy Lázně, que se especializa en problemas ginecológicos y reproductivos de la mujer hasta la actualidad. A principios de los años 50, los ginecólogos registraron alrededor de un 9% de pacientes que no podían concebir a pesar de no haberles diagnosticado ningún problema somático. No obstante, se dieron cuenta de que estas mujeres también se quejaban de problemas en su vida de pareja.
Decodificándolo como problemas sexuales, los ginecólogos invitaron a varios sexólogos a Františkovy Lázně para que llevaran a cabo una investigación detallada con estas mujeres. Descubrieron que aquellas mujeres que no podían quedarse embarazadas se quejaban no solamente de su vida sexual, sino de problemas en su vida matrimonial, como la ausencia del respeto y el amor por parte de sus maridos. De ahí surgió la teoría de que la satisfacción en el matrimonio, que iba de la mano con la consecución del orgasmo, es un requisito importante para concebir. El profesor Josef Hynia, director del Instituto de Sexología de Praga, explicó en su libro que una mujer puede quedarse embarazada sin llegar al orgasmo, no obstante, se conocen mujeres que aún no pudieron llegar a concebir hasta que finalmente experimentaran el orgasmo, y al hacerlo también se quedaron embarazadas.
El secreto del orgasmo no radica en las técnicas
Los sexólogos checos llegaron a la conclusión de que el secreto del orgasmo femenino reside sobre todo en la calidad de la relación y no en las técnicas sexuales. Los expertos incluso advirtieron ante los intentos de "perfeccionar la técnica" y enfocar el sexo como una especie de ejercicio acrobático. La sexóloga Jiřina Knoblochová escribió que la disonancia sexual no es el resultado de la torpeza o la ineptitud, sino del alejamiento o el conflicto emocional entre los cónyuges. Destacó que la comunicación y el interés del marido por su mujer son esenciales, así como la igualdad en la relación, lo que implica que el hombre debe compartir las tareas domésticas y el cuidado de los hijos; sólo esto llevará finalmente a la mujer al orgasmo, explicó la sexóloga Knoblochová.
Las opiniones de los sexólogos checos han ido evolucionando con el tiempo. En 1963, los expertos checos recomendaban la terapia sexual, mucho antes de que los famosos sexólogos estadounidenses William Masters y Virginia Johnson propusieran una idea similar.
Checoslovaquia adelantó a Occidente en el ámbito de la igualdad
La exploración del orgasmo femenino no era un fenómeno típico de los años cincuenta en Checoslovaquia. De acuerdo con Kateřina Lišková, la investigación se pudo llevar a cabo solamente gracias a la justificación médica y social de la importancia del tema.
“Es muy interesante, y creo que siempre sorprende a la gente, porque todo el mundo recuerda de las clases de historia los pleitos y los asesinatos judiciales que tuvieron lugar a principios de los años cincuenta. Exactamente al mismo tiempo, aquí en Checoslovaquia acontecieron al menos dos cosas fundamentales. En 1950, se aprobó una nueva ley sobre la familia, que por primera vez igualaba los derechos de hombres y mujeres en la familia. Hoy puede parecer inimaginable, pero antes de 1950, la desigualdad entre hombres y mujeres estaba promulgada por la ley. El padre o marido tenía derechos sobre su mujer y sus hijos, tenía derecho a tomar decisiones sobre ellos. La esposa no podía tomar decisiones sobre su ocupación o educación. Estas cosas las decidía el marido o el padre”.
La ley de 1950 cambió los derechos de la mujer y leyes similares se estaban aprobando en los países de Europa del Este circundantes en ese momento. Por su parte, al oeste de las fronteras checoslovacas, no existieron códigos similares hasta la década de 1970. Hasta entonces estaba legalmente establecido que los maridos tomaran decisiones sobre sus esposas. Esta realidad fue una sorpresa para las mujeres checoslovacas que emigraron a Alemania Occidental después de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia en 1968. Mientras que en Checoslovaquia podían hacer todo por su cuenta, en Alemania tenían que ir acompañadas de sus maridos a firmar un contrato de trabajo.
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