La soportable vida de los homosexuales en la Checoslovaquia comunista

 Al despenalizar la homosexualidad en 1961, Checoslovaquia se adelantó a muchos países de Europa Occidental. Los motivos de este paso liberador por parte del régimen comunista generalmente represivo y la vida de los homosexuales en aquel entonces serán los temas del tercer episodio de la serie El sexo en la época del comunismo.

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El Gobierno checoslovaco no fue pionero en la legalización de los contactos homosexuales en el contexto europeo, ya que países como Francia y Bélgica iban un siglo por delante de Checoslovaquia. Aun así, la despenalización en que entró en vigor el 1 de enero de 1962 representa un logro respetable. En Inglaterra encarcelaban a los homosexuales hasta 1967, en Alemania Occidental hasta 1968, en Noruega hasta 1972, en Escocia hasta 1981, y en Irlanda y Rusia incluso hasta 1993. Mientras que hoy España se considera un país amigable para la comunidad LGBT, la España franquista persiguió duramente a las personas con esta orientación sexual. La socióloga Kateřina Lišková, autora del libro Sexual Liberation, Socialist Style, explica que la actitud liberal de Checoslovaquia comunista es un mérito de los sexólogos.

Kateřina Lišková | Foto: Česká televize

“Durante la mayor parte de los años cincuenta, entre 1950 y 1958, se llevaron a cabo investigaciones sexológicas sobre la homosexualidad. No se sabía si la homosexualidad era “curable” o no. Estoy hablando de la homosexualidad masculina, porque estaba penada. La homosexualidad femenina no estaba regulada por ninguna ley. Así que los sexólogos se centraron en los hombres. Después de ocho largos años de investigación, llegaron a la conclusión de que no habían sido capaces de curar a un solo paciente. Eso incluía a hombres que se casaban, pero que, desde luego, nunca prefirieron a las mujeres sexualmente. En 1958, los sexólogos checoslovacos concluyeron sus investigaciones comunicando que la homosexualidad masculina no se podía curar. Y si algo no se puede curar, es decir, no se puede hacer nada por el hombre ni con la ciencia, entonces no puede estar penado. Por eso presionaron al Estado para que la homosexualidad fuera eliminada en la siguiente enmienda al Código Penal”.

Chantajes por parte de homosexuales menores de edad

El equipo del Instituto de Sexología en Praga  (1960) | Foto: Sexuologický ústav/VFN Praha

Los dirigentes comunistas no se tomaron la cuestión de la homosexualidad como un asunto político, sino como profesional. En cuanto los expertos presentaron la conclusión de que la homosexualidad no era una desviación sino una variación de la sexualidad humana y recomendaron que se eliminara del Código Penal, su recomendación recibió luz verde. Por cierto, la ley anterior de 1950 imponía un año de prisión como pena máxima por relaciones sexuales entre dos hombres, lo que representaba una condena leve en el contexto internacional.

Las relaciones sexuales entre un varón adulto y un varón menor de 18 años siguieron estando penadas también después de 1961. Para las relaciones heterosexuales, la edad legal era de 15 años. El sexólogo Jaroslav Zvěřina recuerda que el coqueteo con hombres jóvenes a menudo terminaba en castigo para los adultos homosexuales en forma de tratamiento de protección que consistía en una charla con psiquiatras.

Jaroslav Zvěřina | Foto:  Český rozhlas

“Como joven psiquiatra, a menudo me ocupaba del tratamiento de protección de los homosexuales. Tenían la desgracia de que si un adulto gay salía a tomar una cerveza con un joven y luego tenían relaciones sexuales, eso estaba penado. De hecho, los jóvenes a menudo iban y denunciaban a los adultos o los chantajeaban. Como sexólogos, nunca quisimos que los homosexuales fueran castigados por ser homosexuales”.

La única terapia que los especialistas checoslovacos proporcionaban a sus pacientes homosexuales consistía en la aceptación de su orientación. La terapia de conversión estaba descartada en los años setenta y ochenta. Las memorias de los homosexuales checoslovacos de los años ochenta cuentan que las sesiones de terapia en grupo eran un lugar ideal para establecer contactos, porque los periódicos no publicaban anuncios de citas para homosexuales y obviamente tampoco existían plataformas de encuentro digitales.

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El párrafo desapareció, el prejuicio permaneció

La despenalización representó un gran paso en la mejora de la vida de los homosexuales. Sin embargo, la sociedad checoslovaca seguía siendo estrictamente heteronormativa. Para muchos, los homosexuales no eran personas normales y los prejuicios no han desaparecido de la sociedad, coincide la socióloga Kateřina Lišková.

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“Sí, había prejuicios, pero al mismo tiempo no se hablaba públicamente de la homosexualidad. No fue hasta finales de los ochenta, cuando se empezó a hablar de la homosexualidad en el contexto de la expansión del SIDA. Cuando un tema como la orientación sexual se silencia públicamente, tiene dos posibles efectos. Uno es que no puedo expresarme, no puedo admitir en voz alta quién soy. Y por otro lado, no se me estigmatiza tanto”.

De acuerdo con la sexóloga Lišková, existen estudios que demuestran que los homosexuales no vivían mal en aquellos tiempos, especialmente en Praga, donde el anonimato favorecía a su vida sexual.

Foto:  Eric Minbiole,  Flickr,  CC BY-NC 2.0

“Recordaban que cuando se estaba construyendo el metro, sus aseos públicos eran un lugar perfecto para practicar el sexo. Había cafés y clubes amigables con los homosexuales. La investigación demostró que si no podías decir quién eras en voz alta en la sociedad, no tendrías automáticamente una mala vida. Así que la investigación de todos mis colegas en la República Checa confirma que los homosexuales, especialmente en ese periodo socialista tardío, no se quejaban mucho de sus vidas”.

Es discutible si tener citas en aseos públicos forma parte de una vida digna, pero resulta que los homosexuales vivían igual en todas las metrópolis occidentales de entonces. En Checoslovaquia, sin embargo, existía una considerable presión social para contraer matrimonio, ya que era casi imposible que a un hombre soltero se le asignara un apartamento estatal. La orientación sexual de los ciudadanos interesaba especialmente a la Seguridad del Estado, que administraba las llamadas "listas rosas" y las utilizaba para chantajear.

La República Checa dio un paso más en la igualdad de los homosexuales en 2006 al permitir las uniones registradas para parejas del mismo sexo. Una ley sobre el matrimonio igualitario para todos sin diferencia del género figura actualmente en el orden del día del Parlamento checo. Por tanto, la República Checa no es de momento ni un país progresista ni explícitamente conservador en esta cuestión.

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