Los checos en el extranjero no quieren olvidar su lengua materna
Las comunidades checas en el extranjero se esfuerzan por no dejar de hablar su idioma materno. Lo puso en evidencia una conferencia dedicada a la enseñanza de la lengua checa efectuada recientemente en el Museo Nacional de Praga.
Cada una de las respectivas comunidades hace lo que puede para no olvidar el idioma de sus antepasados: en Australia por ejemplo organizan recitales de poesía checa y según indicó una de las participantes de la conferencia, Barbara Semenov, el bilingüismo es algo muy común en las familias radicadas en el continente de los antípodas.
“Es generalmente conocido que el que abandone Chequia después de cumplir los 17 ó 18 años, jamás logrará borrar su acento checo, aunque aprenda a hablar inglés a la perfección. El acento siempre está presente independientemente de la capacidad de dominar la lengua extranjera. Naturalmente, los menores son capaces de eliminar mejor el acento original al aprender una lengua extranjera”, dijo.Por supuesto, en los respectivos lugares del planeta varía la intensidad del uso del idioma checo. Por ejemplo, en la ciudad croata de Daruvar se utiliza con frecuencia incluso en la calle, en otros lugares del planeta los descendientes checos pueden aprenderlo solo en casa o frecuentando un cursillo.
En general, se puede decir que los descendientes checos muestran gran interés por aprender el idioma de sus antepasados, según indicó el director de Radio Praga y uno de los organizadores de la conferencia, Miroslav Krupička.
“Creo que podemos decir que por el idioma checo se interesan tanto jóvenes como gente mayor, por ejemplo en EE.UU., o en zonas más lejanas de Sudamérica. Gracias a la globalización, todos pueden viajar y está de moda el llamado descubrimiento de sus raíces. Vienen también personas de América Latina, porque tienen nombres checos y sus antecesores hablan checo, así que mantienen las costumbres tradicionales”, señaló.Unos cien emigrantes checos, de 18 países, asistieron a la conferencia efectuada en Praga con el objetivo de apoyar la enseñanza de los hijos de los checos radicados temporalmente en el extranjero por razones laborales, así como de ofrecer cursillos en las comunidades de las nuevas generaciones de los checos que emigraron hace mucho tiempo. Otro de los objetivos es despertar el interés por aprender checo entre los jóvenes locales.