Los checos atentan contra su salud al dejar de lado las frutas y verduras
Recientes estudios indican que los checos descuidan su salud. Dejan de lado las frutas y verduras para consumir grandes cantidades de azúcar, sal y bebidas alcohólicas.
Cerca del 48% de los checos no consume una ración de frutas o verduras al día, se indica en una reciente encuesta de Eurostat. Semejante estilo de vida perjudica la salud de la población y representa una carga significativa para el sistema sanitario del país.
La doctora y científica Eliška Selinger, especialista en nutrición y salud pública se refirió, en declaraciones a Radio Praga Internacional, a los beneficios de las frutas y las verduras para el organismo humano.
“El consumo de frutas y verduras es muy importante para nuestro cuerpo, ya que contienen muchas vitaminas, minerales y fibra. Sabemos que un bajo consumo de verduras y frutas está estrechamente relacionado con un mayor riesgo en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, diabetes o distintos tipos de cáncer”.
En la República Checa se registra una tasa creciente de sobrepeso y obesidad que responde de manera directa con el estilo de vida de la población.
Resulta alarmante que en un informe de la OCDE se indica que la mitad de las muertes en Chequia se deben a factores de nutrición inadecuada y a la falta de actividad física, cosas que pueden influir por sí mismas las personas.
Entre las barreras que frenan el consumo regular y abundante de verduras existen varios factores. En primer lugar, la cocina tradicional checa no incluye muchas verduras, más bien apuesta por la carne con “knedlíky” o arroz. La gente no ha aprendido a cocinar las verduras correctamente ni a incluirlas en su dieta. Y el otro factor es el precio elevado de las verduras. En los restaurantes los platos con verduras y sin carne se encuentran entre los más caros del menú.
La mala nutrición de la población tiene también un fuerte impacto en el sistema sanitario del país, subrayó la experta.
“Hablamos de dos impactos, directo e indirecto. El costo directo es el tratamiento de la persona enferma, el sistema debe pagar las visitas médicas, hospitalización, medicamentos y cirugía en caso de ser necesaria. Los costos indirectos tienen que ver con la productividad. Las personas que están enfermas son menos productivas en su trabajo y en su vida personal, tienen una menor calidad de vida y bienestar, necesitan más bajas por enfermedad e incluso pueden necesitar jubilarse antes de lo que podrían hacerlo de otra manera. Por lo tanto, todos estos costes ascienden a decenas de miles de millones en Chequia. El coste social en lo económico y en lo personal es enorme”.
La población y las autoridades sanitarias tienen ante sí un gran desafío en el campo de la salud pública. La experta considera que hay varias formas de salir adelante. Una vía puede ser tratar de educar a la población y prestar atención a las decisiones y elecciones personales, pero eso no la convence, por lo que recomienda soluciones sistemáticas como el aumento de una oferta saludable en los comedores públicos y escolares.
Otra opción, con la participación del Estado, sería la aplicación de impuestos más altos a los alimentos menos saludables y a la vez reducirlos a los saludables, así como ser consecuentes con la regulación de la venta de alimentos perjudiciales para la salud en escuelas y hospitales.