Los bioalimentos siguen teniendo gran éxito en Chequia
Unos 74 millones de euros gastan los checos cada año en bioalimentos, según datos publicados por el Ministerio de Agricultura. La popularidad de los alimentos que llevan la etiqueta BIO sigue aumentando además, al tiempo que son miles ya los campesinos que en la República Checa se dedican a la agricultura biológica.
Para poder dedicarse a la agricultura ecológica, los campesinos deben cumplir condiciones sumamente estrictas de cultivo de plantas y de cría de animales. Está prohibido utilizar abonos químicos, pesticidas, etc., y los animales deben ser alimentados con productos naturales. En caso de padecer un animal alguna enfermedad, tampoco se le pueden aplicar antibióticos, ni otros fármacos artificiales.
Al iniciar una persona la explotación de una finca biológica, puede comenzar a vender sus productos recién al cabo de tres años. Aún así son miles ya los campesinos checos que se dedican a la agricultura biológica.
Los productos Bio de mayor demanda en el mercado checo son el pan, el té de hierbas, huevos, carne y productos lácteos. Y aunque su precio puede alcanzar el doble del de los productos agrícolas de granjas convencionales, los ciudadanos los compran, porque aprecian su alta calidad. Y el número de personas que consumen bioalimentos crece constantemente. Un gran boom lo registran en la República Checa asimismo los cosméticos ecológicos, cuya composición también debe cumplir normas muy estrictas.