Los ajos se encarecen por la sequía
La recogida de ajo ha comenzado en la República Checa. Los agricultores señalan que la cosecha de este año ha sido mejor que la del año anterior, pero debido a la sequía los ajos son más pequeños, por lo que los precios subirán.
La cosecha de ajos del año pasado tuvo serios problemas, gran parte del producto quedó dañado por el granizo o por las altas temperaturas, debido a lo que muchos agricultores tenían todo vendido hasta la primavera de este año.
Esta situación provocó que en los primeros cinco meses de 2019 se hayan importado a la República Checa alrededor de 4.7 millones de euros en ajos, en su mayoría procedentes de España y de China.
Por el contrario, la cosecha de este año, que ya ha empezado, será mejor que la del año anterior según las estimaciones de los agricultores. No obstante, la sequía ha provocado que las cabezas de ajo sean más pequeñas, por lo que será inevitable el encarecimiento de este producto.
Las condiciones climáticas unidas al coste de la fuerza laboral que supone recolectar los ajos a mano, hace que el ajo checo no pueda competir con facilidad con el ajo importado.
Según la Oficina Checa de Estadísticas, durante el verano pasado un kilo de ajo costaba de media unos 4.2 euros, mientras que en este momento ya ha alcanzado los 4.5 euros. Pero no es raro ver precios incluso superiores, a pesar de que la superficie dedicada al cultivo de ajo crece últimamente.