Las ‘Dos Mil Palabras’ del pueblo checoslovaco

Foto: Engramma.it, Wikimedia CC BY-SA 3.0

Hace exactamente 50 años que el manifiesto ‘Dos Mil Palabras’ invadió los titulares de los periódicos checoslovacos de entonces. En el ambiente reformista de la llamada Primavera de Praga, el pueblo reclamaba llevar a cabo el proceso de democratización.

Foto: Engramma.it,  Wikimedia CC BY-SA 3.0

Ludvík Vaculík,  foto: Vilém Faltýnek
A inicios del año 1968 comenzó en la antigua Checoslovaquia el proceso de liberalización política conocido como Primavera de Praga, que tenía como fin crear un socialismo “de rostro humano”, oponiéndose así al comunismo ortodoxo impuesto desde la Unión Soviética.

En aquel ambiente reformista fue publicado el 27 de junio, hace 50 años, el texto eje de la Primavera de Praga – el manifiesto ‘Dos Mil Palabras’ (‘Dva tisíce slov’), que exhortó a sustituir el comunismo por un régimen democrático. Ludvík Vaculík, renombrado periodista y escritor checo, y co-autor del manifiesto, describió cómo surgió el texto.

“Fue una idea de un grupo de personas del que conocía sólo al académico Otto Wichterle. Él vino con unos otros señores a preguntarme si no sería oportuno que la sociedad checoslovaca se activara, ya que estábamos ante las conferencias regionales del Partido Comunista Checoslovaco, en las que se trataba de cuál de sus alas, la reformista o la otra, iba a ganar. Entonces me pidieron redactar una especie de proclamación hacia el público”.

‘Dos Mil Palabras’  (‘Dva tisíce slov’)
Tras la publicación, Leonid Brézhnev, el máximo representante de la Unión Soviética, no tardó en telefonear a Praga y condenar el documento como un “acto contrarevolucionario”. El manifiesto fue rechazado también por parte de los comunistas checoslovacos reformistas, ya que las demandas excedían de largo las reformas que propugnaban. La reacción del Partido Comunista Checoslovaco sorprendió al, en aquel entonces, estudiante universitario Zbyněk Hubáček.

“El artículo no era en aquel entonces de índole antisocialista, es decir, no incitaba a derrocar el Gobierno, sólo se decía, que queríamos que no hubiera censura, que la gente pudiera votar por quien quisiera, y que hubiera libertad de expresión”.

El manifiesto fue firmado por más de cien mil personas, entre ellas también personalidades destacadas de la vida pública. Como explicó Michal Stehlík, historiador del Museo Nacional de Praga, el impacto del documento fue inmenso.

Michal Stehlík | Foto: Ondřej Tomšů,  Radio Prague International
“‘Dos Mil Palabras’ fueron una buena muestra, entre otras cosas, de cómo incluso el movimiento reformista de aquel entonces no fue capaz de ir con el tiempo y con lo que la gente deseaba. El manifiesto tuvo una repercusión enorme en la sociedad, la gente de verdad lo leyó. El documento esbozaba los principios básicos de por dónde se tenía que ir en ese momento”.

Dos meses más tarde, el movimiento reformista del 68 fue sofocado desde Moscú mediante la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia el 21 de agosto de 1968. Los signatarios de las ‘Dos Mil Palabras’ fueron perseguidos por el llamado régimen de “normalización” que tuvo como consecuencia purgas políticas en el Partido Comunista Checoslovaco, despidos de puestos de trabajo y la restauración de la censura.

El proceso de democratización fue llevado a cabo con la Revolución de Terciopelo en 1989, dos décadas después.