La tensión entre idealismo y praxis política marca las manifestaciones del 17 de noviembre

Las manifestaciones del 17 de noviembre en Praga, Národní třída, foto: ČTK

La mayor parte de las manifestaciones que han tenido lugar este jueves con motivo del aniversario de la Revolución de Terciopelo tienen como denominador común la confrontación entre los ideales políticos democráticos de 1989 y el predominio actual de una clase política distanciada de estos valores.

Los oponentes del presidente checo,  Miloš Zeman,  foto: ČTK
Las celebraciones y manifestaciones públicas del aniversario de la Revolución de Terciopelo sirven este año de reflejo de la nueva tensión política que vive el país y que sobrepasa la división tradicional de izquierda y derecha.

Brevemente la situación de podría caracterizar como el ascenso en el discurso político de las posturas del presidente Miloš Zeman y sus aliados, marcadas por el rechazo a la inmigración y cercanas a Rusia y China en cuanto a política internacional. Al mismo tiempo el partido con mayor preferencia de voto es el del magnate Andřej Babiš, enfrentado a la política tradicional y que promete dirigir el país como una empresa.

Los aficionados del presidente checo,  Miloš Zeman,  foto: ČTK
Estos dos han sido precisamente los blancos del discurso del antiguo político y pedagogo Petr Pithart en el tradicional acto estudiantil en las abarrotadas calles del barrio praguense de Albertov. Este conocido personaje público, que fue primer ministro en los primeros años de la democracia, señaló que no se podían establecer divisiones entre las personas debido a su origen, en clara referencia a la islamofobia de Zeman, y que no se puede dar el voto a una empresa en lugar de un partido, en alusión a Babiš. Precisamente el nombre de Pithart suena en la actualidad como futuro candidato a presidente de la República.

Las manifestaciones del 17 de noviembre en Praga,  Albertov,  foto: ČTK,  foto: ČTK
Cabe mencionar que en las celebraciones del año pasado la concentración estudiantil en Albertov no se pudo celebrar a la hora prevista porque el presidente Zeman ocupó el lugar para un acto de tipo islamófobo. Este año ha preferido quedarse en su residencia en Lány y no participar en ningún acto público.

Despertadores para el pueblo checo

Con el mismo espíritu tiene lugar este jueves el evento Festival de la Libertad, con actos y marchas de protesta contra la actual situación política, que culminarán a las 19:30, cuando miles de participantes harán sonar las alarmas de sus relojes, como llamado para que la sociedad checa despierte. Justo a esa hora en 1989 una manifestación de estudiantes rebasó el cordón policial y fue brutalmente reprimida, lo que dio lugar a la serie de protestas que más tarde se llamaría Revolución de Terciopelo.

Las manifestaciones del 17 de noviembre en Praga,  la calle Národní,  foto: ČTK
Dicha manifestación tuvo lugar en recuerdo del 50 aniversario de la ejecución por parte de los nazis de varios estudiantes checos. Ambas efemérides, la represión nazi y la comunista contra la comunidad estudiantil, se conmemoraron como es habitual frente a la residencia estudiantil de Hlávková, a la que acudieron a rendir homenaje un buen número de representantes políticos. Entre ellos se encontraba el primer ministro, Bohuslav Sobotka, el presidente del Senado, Milan Štěch, y el ministro de Finanzas, Andrej Babiš.

Durante la jornada se celebran solo en Praga más de 30 actos, entre concentraciones, marchas y otros eventos. La Avenida Nacional, escenario clave de la mencionada represión policial de 1989, ha sido cortada al tráfico y es escenario del festival Korzo Národní, que incluyen conciertos, teatros y numerosos actos.

Los heridos de los sucesos de 1989 son recordados tradicionalmente con flores y velas encendidas, tanto en la Avenida Nacional como en la estatua de San Venceslao, en la plaza del mismo nombre. Numerosos personajes políticos y de la vida público han acudido también a aportar su vela y su flor.